Capítulo Veintiocho: Los tiempos se complican

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Capítulo Veintiocho: Los tiempos se complican

Los padres de Wei WuXian murieron inesperadamente en batalla, así, el niño que tanto amaban quedó a la deriva en la habitación de una posada, después de algunos días de ausencia de sus padres, la buena voluntad de la dueña de la posada se terminó y lo echó a la calle. Era invierno y Wei Ying vagó por las calles de Yiling comiendo lo poco que encontraba y peleando por comida contra los perros hambrientos de la calle.

Su ropa sucia y desgastada apenas lo protegía del frío y, cuando no conseguía un refugio para pasar la noche, se colaba a escondidas a alguna posada para calentarse cerca de las cocinas. Afortunadamente el niño sobrevivió hasta la primavera. Un día, después de correr por su vida, se encontró con un hombre alto y de elegante aspecto, aunque el niño vivió unos meses en una especie de estado salvaje, pudo entender que el hombre preguntaba por su nombre.

Después de contestar en un murmullo vio al hombre sonreír, le contó que era amigo de sus padres y que a partir de ese momento no volvería a sentir frío, hambre o miedo, lo llevaría a vivir con él y su familia.

La misión de Jiang FengMian de encontrar al huérfano de Wei ChangZe y CangSe SanRen casi fue truncada por BaoShan SanRen. Aunque su querida discípula abandonó su hogar en contra de su voluntad y jamás le permitió volver, tan pronto como supo de su muerte y la de su esposo, decidió salir de la montaña e ir a buscar al hijo de la pareja. Al llegar a Yiling preguntó por ese niño, pero, después de algunas investigaciones, volvió con las manos vacías, Wei WuXian desapareció.

Jiang Cheng esperaba a que su hermano despierte, una semana pasó desde el enfrentamiento con Wen Zhuliu, Wei WuXian fue llevado por Xiao XingChen y Song Lan a una casa vacía del pueblo, después de tratar sus heridas se encargaron de atender su salud rigurosamente; en todo ese tiempo Jiang Cheng no se separó ni un momento de Wei Ying, día y noche cuidó del Omega con dedicación. Aunque no sabía qué sucedió con exactitud, tenía certeza de que algo lastimó a su hermano, su primer pensamiento fue que, aquel maldito perro deshizo su núcleo.

La inestabilidad de la energía espiritual y del núcleo de Wei WuXian no les dejó saber la verdad de su estado hasta tres días después, cuando por fin pudo estabilizarse y Song Lan comprobó que, afortunadamente, su núcleo estaba intacto y la inestabilidad se debió al mar de energía resentida que albergó su cuerpo.

Wei Ying abrió los ojos cuando el sol estaba naciendo en el sexto día, Jiang Cheng saltó de su asiento tan pronto como escuchó a su hermano removerse entre las mantas.

—Agua— pidió con la garganta seca. Momentos después Jiang Cheng le acercó una jarra de agua que bebió en tan solo unos segundos, la frescura del líquido alivió el infierno que sentía en la garganta, entonces, por fin enfocó su atención en el rostro angustiado y demacrado de su hermanito.

—A-Cheng ¿por qué tienes esa cara? ¿Acaso morí y este es mi funeral?

El menor no dijo nada y lo abrazó con fuerza, sintiendo todo el alivio recorrer su cuerpo, si su imbécil hermano estaba haciendo bromas, su recuperación era buena.

—Cierra la boca o haré que realmente sea tu funeral— soltó Jiang Cheng fingiendo molestia, aunque terminó por regalarle una sonrisa emocionada a su hermano.

—¿Dónde estamos?— preguntó Wei WuXian después de sentarse en la cama con ayuda de Jiang Cheng.

—Tomamos una casa vacía para tu recuperación, el Maestro Song y el Maestro Xiao se ocuparon de tu recuperación.

Wei WuXian guardó silencio por un par de minutos pensando en las palabras de su hermano ¿acaso era posible que esos Maestros Song y Xiao fuesen...? La última vez que se encontraron fue en el año que pasó en La Profundidad de las Nubes, fue en una de las tantas investigaciones que hizo con Lan Zhan sobre el Demonio de la Imitación que lo acechó en la Cacería Nocturna.

Echoes | WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora