Echoes | WangXian

Capítulo Cuarenta y seis: Lo posible y lo imposible VII

Capítulo Cuarenta y seis: Lo posible y lo imposible VII

Cuando Nie HuaiSang abrió los ojos se dio de frente con la imagen inconfundible de sus habitaciones en La Profundidad de las Nubes, jamás podría olvidar ese lugar, cuando tenía catorce años pasó cuatro estaciones completas en ese sitio, esas paredes guardaron momentos inolvidables con sus mejores amigos, allí bebió la Sonrisa del Emperador por primera vez junto a Wei WuXian y Jiang Cheng, en ese lugar curó con paciencia y suavidad las heridas del Joven Amo de Yunmeng Jiang en aquella lejana ocasión donde Lan WangJi perdió el control.

Sus ojos bailaron por la habitación hasta que dio con la imagen de sí mismo sentado frente a la mesa de té, sin embargo, pronto notó su error, no se trata de él, se trata de ese ancestro con el que convive desde que nació.

—Hola— saludó Nie YeWan bajando la taza de té humeante de sus labios a la mesa —Es la primera vez que nos vemos, así que debería presentarme.

HuaiSang que, para esos momentos ya se hallaba sentado sobre la cama sonrió y terminó por negar con la cabeza —Antepasado, este joven inexperto presenta sus respetos al Señor Nie YeWan y agradece todas sus enseñanzas.

Nie YeWan sonrió y lo invitó a sentarse junto a él y beber algo de ese té, cualquiera que viese a esas dos personas podría jurar que se trata de la misma, a menos que note la diferencia en el color de los ojos y la tonalidad del cabello, sin embargo, incluso la circunferencia de la cintura y la sonrisa son iguales que pasarían por hermanos gemelos.

—Niño, he sido yo quien se aferró a ti por toda una vida, así que este antepasado tiene una deuda realmente grande contigo, por favor, acepta mis disculpas, en el futuro, intentaré compensar todo lo que te he hecho pasar.

Por un momento, HuaiSang observó a esa persona que comparte su rostro, pero, tiene una historia distinta, aunque han pasado cien años entre la vida de uno y de otro, HuaiSang y YeWan se sienten cercanos, como si fuesen dos fragmentos de la misma alma.

Después de beber un sorbo de té, HuaiSang habló: —Ancestro ¿por qué estamos aquí?

—Este es un lugar especial para ti, supuse que te gustaría despertar en un sitio conocido que solo te dio felicidad— YeWan conocía el corazón de HuaiSang, quizás jamás hablaron, pero, estaban conectados y cuando su presencia ganó fuerza, algunos recuerdos se transmitieron, entre ellos, aquella habitación.

—Ha pasado tanto tiempo... me gustaría volver y revisar esta habitación— sonrió con nostalgia —Siempre me gustó, cuando llegué a La Profundidad de las Nubes tenía tanto miedo de soportarlo, era la primera vez que salía de casa y me separaba de mi Da-ge, pero, aquí estaban Wei-Xiong y ChengCheng, con ellos a mi lado pude disfrutar este lugar... además, cuando me sentía triste siempre podía acudir a XiChen, aunque, en esa época temía su presencia.

La sonrisa que iluminó los recuerdos de HuaiSang pronto fue opacada por un torrente de lágrimas, su corazón dolía terriblemente, de pronto, quería llorar por todo lo que ha callado, por todas las ocasiones en que fue despreciado y que tuvo que mostrar una sonrisa o dar una disculpa, por todas las palabras hirientes que escuchó, los comentarios de las personas llamándolo el inútil Joven Amo de Qinghe, aunque existió una razón para esconder sus capacidades, aquellos comentarios lo hirieron, después de todo, solo era un chico de catorce años.

Nie YeWan abrazó con suavidad a HuaiSang, su toque fue el de un amigo cercano o un hermano mayor, alguien que se preocupa por su bienestar y sabe cuánto ha sufrido y guardado durante años.

—Lo lamento— susurró HuaiSang secando sus lágrimas.

—Niño, has pasado por mucho, tu corazón fue herido y, continuaste fuerte, luchando en silencio, dando tiempo a las personas que amas para que puedan comprender sus sentimientos, pero, toma un consejo de este viejo, no te aferres a lo que te hace daño.