Echoes | WangXian

Capítulo Catorce: El Orgullo de Yunmeng bebe vinagre

¡Hola de nuevo! Ah, esta vez me tardé, pero, traigo doble capítulo, eso está bien ¿no? Disfrutemos un poco de ChengSang en este capítulo, el siguiente es WangXian.

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Capítulo Catorce: El Orgullo de Yunmeng bebe vinagre

HuaiSang observaba a detalle un pequeño puente en uno de los jardines de La Profundidad de las Nubes, aunque habitualmente pasaba el tiempo acompañado de Jiang Cheng, ese día quería sentarse a observar un poco y encontrar inspiración para un nuevo abanico. Bostezó considerando volver a sus habitaciones para pintar, sin embargo, en ese momento algo pasó volando a su lado y terminó enredado entre las ramas de los árboles, eran Jiang Cheng y Jin ZiXuan.

El Segundo Jade se acercaba de forma peligrosa hacia ellos, parecía ser el causante de aquel ataque. HuaiSang volvió a bostezar y se alejó del camino, estaba acostumbrado a ese tipo de escenarios, MingJue no solía ser muy paciente con las personas, así que eventualmente algún Cultivador cruzaba el cielo en Qinghe Nie por su causa.

Pronto los discípulos se acercaron para observar la batalla, HuaiSang se limitó a ir en búsqueda de Wei WuXian, estaba seguro que, lo que sea que estuviese pasando con el Segundo Jade, él podría solucionarlo sin problemas. Lo encontró yendo hacia la Biblioteca, sin embargo, tan pronto como le dijo lo sucedido, ambos corrieron al lugar del incidente. HanGuang-Jun envió a Bichen en dirección a sus víctimas, pero, Suibian se interpuso. Tal y como HuaiSang pensó, Wei WuXian se hizo cargo del problema.

Jiang Cheng recogió sus huesos y se acercó HuaiSang intentando poner buena cara, sin embargo, era evidente que el ataque del Segundo Jade dejó más de una secuela en su cuerpo. Nie HuaiSang desvió su mirada de la pelea para notar el estado tan lastimero en que se encontraba el pobre Alpha. Agitó su abanico en dirección de Jiang Cheng y dijo —Costillas rotas y un par de heridas en la cabeza...

—No es nada— habló Jiang Cheng como si nada sucediera o doliera.

Con todo resuelto, unas horas más tarde, HuaiSang se hallaba realmente concentrado en pintar un par de cerezos, sin embargo, alguien abrió la puerta de sus habitaciones sin previo aviso, no era otro que Jiang Cheng. El Alpha jamás llamaba a la puerta, le daba igual lo que HuaiSang estuviese haciendo, entraba sin más. Esta vez causó que el pequeño Nie derrame la tinta sobre el papel.

—Ah, ChengCheng, ahora tengo este desastre— se quejó limpiando la tinta y suspirando decepcionado, la tinta arruinó su pintura, debería empezar nuevamente.

—¿Jin ZiXuan ha venido a verte?— preguntó el Alpha con cara de pocos amigos dejándose caer en el primer asiento que encontró.

—¿Ah? ¿Por qué vendría a verme? Aquí solo vienes tú y Wei-Xiong— contestó terminando de limpiar.

Por fin pudo poner atención al estado lastimero del Alpha, parecía que sus heridas fueron curadas por alguien que estaba terriblemente enojado, porque todas las curaciones eran toscas y mal ejecutadas. Suspiró y se acercó a él con un cofre en las manos —¿Por qué te curaste de esta forma? Causará más problemas...

—¿Cómo sabes eso? ¿desde cuando eres médico, eh?

—No, no, nada de eso, pero... desde que mi Da-ge y yo estamos solos, me encargo de sus heridas, no soporta que lo toquen los médicos, dice que son muy lentos y unos inútiles, así que aprendí los básico— comentó abriendo el cofre para sacar algunas medicinas.

—¿Entonces soy como tu hermano?— soltó con molestia Jiang Cheng, no se esperaba que HuaiSang lo compare con Nie MingJue. Además, ¿no es difícil gustarle a una persona cuando su percepción es la de un hermano?