Echoes | WangXian

Capítulo Cuarenta y ocho: Cambiando el destino I

Capítulo Cuarenta y ocho: Cambiando el destino I

Desde que Lan Zhan trajo a su hermano de vuelta a La Profundidad de las Nubes para su recuperación el Alpha no volvió a marcharse, la batalla en Lanling les dio una ventaja, pero, aun existía el verdadero objetivo de Wen RuoHan. Incluso antes del asedio a Yunmeng, Lan Zhan había informado sobre ello, sin embargo, con tantas cosas sucediendo y el peligro inminente que representaba el Qilin Celestial, esa no resultó una prioridad.

Sin embargo, Lan QiRen sí que pensó sobre ello en los pocos momentos en que no tenía más qué hacer, no conocía de nadie que hubiese intentado cambiar el destino, los libros no aportaban nada, tampoco comprendía por qué Wen RuoHan necesitaba cambiar el destino, ¿no se trata de algo realmente peligroso? ¿Qué asegura que lo que se hizo mal en esta vida pueda ir bien cuando se reinicie y se cuente la misma historia? Una historia trágica siempre será trágica, puedes dar felicidad a unos, pero, para alcanzar esa meta ¿no harás de otros seres trágicos?

—Maestro, ¿en qué piensa?— la voz profunda y amable del joven Hong interrumpió los pensamientos de Lan QiRen, a pesar de la guerra y las constantes amenazas por parte de otros, Hong Xian se ganó la confianza del Maestro Lan, incluso logró ser su invitado en La Profundidad de las Nubes ocasionalmente.

—Xiao Xian— Lan QiRen habló con suavidad, el día que conoció a Hong Xian una especie de vínculo se creó, por mucho que intentó alejarse del joven, ese niño encontraba la forma de encontrarlo, así que, al final, Lan QiRen terminó por rendirse a la presencia insistente y vibrante del cultivador errante —¿No crees que el cielo es más azul que el año pasado?

Wen Xu sonrió paseando la mirada por el cielo despejado, el azul era un poco más profundo, pero, también brillante, casi como las túnicas que vestía Lan QiRen en ese momento.

—Parece que al Maestro le disgusta que el cielo sea tan azul— comentó, aunque el paisaje es hermoso, la línea de angustia que se dibujó en el rostro de Lan QiRen fue imposible de ignorar.

—Los Antepasados dicen que, cuando el cielo es tan hermoso y su color solo rivaliza con los mares, la tormenta llegará pronto... Sin nubes, solo un manto azul que podría confundirse con el mar, me temo Xiao Xian que pronto el mundo será sacudido— la preocupación impregnó las palabras de Lan QiRen.

Algunos dirán que el azul del cielo se debe a las estaciones, otros dirán que un cielo tan limpio es símbolo de prosperidad, existirán otros no eleven siquiera los ojos al cielo una vez al día, sin embargo, Lan QiRen conoce el movimiento de ese manto azul y respeta las enseñanzas de sus Ancestros, aunque alguna vez también cuestionó la veracidad de ello, pagó un precio alto y doloroso por su escepticismo.

—Maestro, ¿sacudir el mundo puede ser tan malo?— Wen Xu preguntó con interés, a medida que el tiempo pasa y convive con Lan QiRen, ha comprendido que esa persona es un ser justo que solo busca el bien para los demás bajo el camino que se le ha enseñado, aunque sonríe muy poco, sabe que existe dulzura en su corazón, dulzura que solo espera ser vertida sobre la persona correcta.

—Xiao Xian, en efecto, algunas veces el mundo debe ser sacudido, cuando los gobernantes son injustos, cuando los líderes se aprovechan de las buenas personas, cuando el bien común es vulnerado, pero, sacudir al mundo por el egoísmo de un solo individuo no es aceptable, si solo vives tú en esta tierra, no importa lo que hagas, las consecuencias solo las pagarás tú, pero, cuando existen tantas personas en este mundo y deseas derrumbarlo por tus deseos, todos esos inocentes pagarán por algo que no deben— explicó QiRen con calma.

A Hong Xian le gustaba escuchar y eso le agradaba a Lan QiRen, en el pasado, su hermano también lo escuchaba, QingHeng-Jun admiraba a su pequeño hermano por la sabiduría que albergaba, sin importar si va por la vida siendo un poco travieso, QiRen se toma el Cultivo muy en serio y conoce ampliamente sobre distintos temas, un pequeño prodigio a una edad tan corta.