"Dicen que todos nacemos con un hilo rojo, que ese hilo rojo está conectado a la persona que nació para nosotros, entonces, inevitablemente deberíamos encontrarnos con esa persona y ser felices, pero, piensa en que, si es así, ¿por qué los matrimoni...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo treinta y seis: El Demonio de la Imitación II
Nie HuaiSang regresó al Reino Impuro cuando la mañana ya avanzaba, las grandes y oscuras ojeras en su rostro combinando con la palidez y la expresión preocupada alarmaron a los sirvientes que corrieron a avisar de su estado a Nie MingJue. Tan pronto como el mayor de los Nie recibió la noticia se apresuró a buscar a su hermano, lo halló de vuelta a sus habitaciones. El cabello desordenado de HuaiSang y la mirada de profunda contemplación le hizo saber que algo serio preocupaba al Omega.
—¿Dónde demonios te metiste?— Nie MingJue habló con su voz de trueno haciendo que su joven hermano detuviera sus pasos.
—Da-ge— saludó con una sonrisa suave —Permite que me dé un baño y tome el desayuno, después, te informaré de todo lo que quieras saber.
El Alpha apretó los puños, en los últimos meses HuaiSang actuó de forma sospechosa, todas las noches desaparecía, aunque le dijo que dormía en su residencia privada en las montañas, MingJue seguía preocupándose por su joven hermano, después de todo, es la única familia que le queda. —Ven a tomar el desayuno al comedor principal, tenemos invitados.
El joven regaló una reverencia a su hermano mayor y apuró los pasos hacia sus habitaciones, tan pronto como entró se dejó caer agotado, aunque su núcleo estaba completamente curado, toda la energía espiritual que invirtió en crear el Agua Celestial lo dejó al límite. Además, la travesía de los últimos días para poder probarla agotó su fuerza física, él jamás sería como Wei WuXian, capaz de soportar incluso la muerte y conservar su poder. Observó el abanico que colgaba de su cintura y lo acarició con suavidad, sonrió con dulzura recordando que aquel fue un regalo de Lan XiChen, sin embargo, su rostro se volvió amargo rápidamente, no sabía si informar al Primer Jade sobre su encuentro con Wei WuXian.
—Wei-Xiong, por favor, resuelve tus asuntos y regresa— murmuró tras un suspiro, después de unos momentos, se puso de pie y tomó un baño.
En el comedor ya se encontraban los invitados y el Líder Nie cuando Madame Nie apareció disculpándose por el retraso. Jiang Cheng observó sorprendido a HuaiSang, a pesar de que logró hacer su apariencia más aceptable con algunos polvos que ocultaron la palidez y las ojeras, sus ojos no parecían tener ese brillo habitual y su sonrisa desapareció por completo, el Alpha de Yunmeng arrugó la frente.
Aunque Jiang Cheng quería cuestionar a HuaiSang por su mal estado, Nie MingJue fue más rápido y, tan pronto como terminaron de comer, lo arrastró hasta el estudio que rara vez usaba, su mirada severa advirtió a su hermano que no aceptaría mentiras.
—Da-ge, antes de que digas algo, necesito saber ¿No esperamos la visita cercana de ZeWu-Jun?— preguntó el joven tocando el abanico con nerviosismo.
—No, las cosas en Gusu se han vuelto complicadas y debe atender sus obligaciones— contestó MingJue, aunque su amigo no le habló explícitamente de los problemas en el territorio bajo el cuidado de Gusu Lan, podía imaginar que todo estaba ligado a los Wen y sus deseos de conquistar el mundo.
