Capítulo Ocho: Un pequeño descanso

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Capítulo Ocho: Un pequeño descanso

Ese día tomaron un sitio en una posada, todos los discípulos estaban agotados, algunos heridos, así que descansar un poco era una buena idea. Jiang Cheng parecía haber olvidado el asunto del aroma de HanGuang-Jun sobre Wei WuXian, y dedicó toda su atención a ser llevado y traído de un sitio a otro por HuaiSang.

El mercado estaba a rebosar de personas y pequeños puestos que ofrecían baratijas bonitas, para el pequeño Nie, aquello era maravilloso, le encantaba perderse por las calles concurridas y volverse parte de ese ajetreo. En Qinghe solía vagar entre las personas comunes, comprando tonterías que después guardaba en sus habitaciones o terminaba por regalar a Nie MingJue.

Esta vez, sin embargo, no estaba buscando una baratija para sí o para su hermano —ChengCheng ¿te gusta?— dijo señalando un sombrero de paja sencillo, pero, bonito.

—¿Un sombrero? ¿Para qué necesitas un sombrero?— Jiang Cheng estaba harto, tenía calor y sentía las gotas de sudor resbalar por su cuello.

—No es para mí— HuaiSang tomó el sombrero y lo puso sobre la cabeza de Jiang Cheng, pagó y volvió a tirar de él hacia otro puesto.

El Alpha no dijo nada, en realidad, ¿qué podía decir? HuaiSang no devolvería el sombrero, tampoco lo aceptaría si él pretendía devolvérselo, así que aceptó con resignación el regalo.

Jiang Cheng tenía sentimientos contrarios respecto a HuaiSang, de alguna forma sentía que debía protegerlo, dejar que se salga con la suya todas las veces que lo necesite, escucharlo atentamente, aunque su charla sea banal... sin embargo, ese carácter mimado le causaba malestar a Jiang Cheng, le desagradaba que siempre pensara solo en sí mismo y en sus caprichos, la actitud infantil de HuaiSang y su nulo interés por mejorar su cultivo hacía hervir la sangre del Alpha.

Quizás por esas razones, Jiang Cheng no terminaba de definir con claridad sus sentimientos por Nie HuaiSang.

Era cierto que HuaiSang cumplía con la mayoría de los requisitos de su persona ideal, sin embargo, también le aterraba. Si no podía definir con claridad sus sentimientos por él, cuando llegase alguien que cumpliera todos los requisitos ¿realmente estaría cómodo con una persona así?

—ChengCheng— volvió a llamar HuaiSang, ahora el joven sostenía un osito de cerámica, su ejecución no era muy buena, sin embargo, no era feo del todo —Creo que se parece a ti— concluyó HuaiSang y el rostro de Jiang Cheng se arrugó.

—¿Cómo puede esa cosa parecerse a mí?— dijo ofendido, esa baratija era horrible comparada con él, además ¿por qué lo comparaba con un oso?

—Los dos dan miedo— concluyó HuaiSang.

El pequeño Nie terminó por dejar en su lugar la figura, no se necesita ser un genio para saber que lo hizo para no molestar más a Jiang Cheng, a pesar de que le gustaba esa cosa. El Alpha rodó los ojos y terminó por comprar la figura.

—Toma, asústate— puso entre las manos de HuaiSang aquel oso y éste sonrió, aquella sonrisa iluminó su rostro a tal punto que Jiang Cheng se perdió en su belleza por unos segundos.

HuaiSang saltó hacia el Alpha, se abrazó a su cuello y dejó un beso en sus mejillas. El rostro de Jiang Cheng se incendió en rojo, los latidos de su corazón se volvieron más rápidos y su mente quedó en blanco.

El joven Omega se apartó de él con naturalidad para seguir sus compras, para HuaiSang que estaba acostumbrado a saltar a los brazos de Nie MingJue y darle de besos cuando cumplía alguno de sus caprichos, hacerlo con Jiang Cheng fue algo natural, sin embargo, para el Alpha, aquella fue la primera experiencia con ese tipo de comportamiento y, definitivamente, esperaba que no fuese la última.

Echoes | WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora