Echoes | WangXian

Capítulo Sesenta y cuatro: Beso amargo, beso dulce II

Capítulo Sesenta y cuatro: Beso amargo, beso dulce II

Lan XiChen se sintió inquieto, HuaiSang no volvió al banquete la noche anterior, a su mente volvió aquella escena del joven Nie en un estado casi agónico después de que su corazón fue pisoteado por la persona que ama. Tan pronto como el día alumbró, XiChen no pudo esperar y caminó hasta las habitaciones de HuaiSang, conoce a la perfección el Reino Impuro y también se sabe de memoria el camino al pabellón privado del joven Amo de Qinghe Nie.

—ZeWu-Jun— saludó el sirviente privado de HuaiSang, el joven parecía desconcertado por la presencia del Alpha en un sitio tan privado del Reino Impuro, sin embargo, sus obligaciones son muchas y tampoco tiene el poder para interrogar al Líder de Gusu Lan.

—HuaiSang ¿se ha despertado?— preguntó XiChen con un dejo de ansiedad.

—El Joven Amo se encuentra descansando todavía.

—Ah...— XiChen dudó si debía permanecer más tiempo allí, HuaiSang no puede recibirlo por ahora, sin embargo, la ansiedad en su corazón crece y no le importaría esperar frente a su puerta hasta que despierte.

Sus ojos bailaron por el pabellón privado y se encontró con el querido jardín de HuaiSang, al joven siempre le ha gustado la belleza de las flores, así que Nie MingJue hizo que se destinara una parcela pequeña para que se construya un hermoso jardín para su querido hermano. En el año de Instrucción el Alpha notó el interés del joven por una de las flores más preciadas de Gusu Lan, esa especie no crece en otro sitio que no sea La Profundidad de las Nubes, sabiendo esto, HuaiSang solamente pudo apreciar la belleza y grabarla en una pintura. Lan XiChen se sintió disgustado cuando el joven se despidió de las flores antes de volver a Qinghe, adivinó el dolor de HuaiSang al saber que no volvería a convivir con una flor tan magnífica como esa.

XiChen lo meditó por mucho tiempo, al ser una especie única conseguir una semilla es muy complicado, incluso si no existe una prohibición en La Profundidad de las Nubes sobre tomar semillas y plantarlas en otros lugares, podría considerarse una perdida de tiempo, si la flor decidió vivir solamente en ese lugar ¿por qué obligarla a vivir en otros sitios? Pero, a XiChen le ganó el amor por la sonrisa de HuaiSang y tomó algunas semillas que regaló a HuaiSang.

En el tiempo que HuaiSang recibió aquel preciado regalo tenía diecisiete años, si no se tratase de Lan XiChen a quien conoce por muchos años, sospecharía que aquel regalo tenía las intenciones del cortejo, pero, XiChen no está enamorado de él.

Antes de plantar aquella flor, el joven Nie investigó sobre los mejores caminos para lograr que crezca, también invitó a maestros paisajistas para que le dieran una opinión más informada, no se apresuró. El regalo de Lan XiChen era tan preciado en su corazón que debe ser atesorado para que dé los resultados que buscan.

HuaiSang no permitió que nadie más que él plantara aquellas semillas, limpió y preparó la tierra, no le importó llenarse de suciedad, plantó la semilla y todos los días se aseguró de regarla y bridar abono para el buen crecimiento de la planta. Cuando el primer brote apareció su emoción fue tanta que corrió a escribirle a XiChen para darle la buena noticia.

«Por mucho tiempo he esperado que esta noticia llegue a nosotros, he cuidado y atesorado el regalo que me diste, la semilla es valiosa y el fruto será magnífico. XiChen, esta mañana he visitado el jardín y he visto que algo está creciendo allí, el primer brote asoma su cabeza suavemente y me da esperanza, continuaré cuidando del jardín hasta que pueda ver las primeras flores. Cuando eso suceda ¿estarás conmigo? Incluso si tienes muchas ocupaciones, ven a mí y recibamos juntos el fruto de la semilla que me obsequiaste.»