Echoes | WangXian

Capítulo Treinta: Caos en las Grandes Sectas II

N/A: Por fin llegamos a esta parte de la historia, realmente quería escribir sobre esto, siento que he cumplido con mi esquema :)

Por otra parte, espero que les guste este capítulo y dejen sus comentarios, intentaré actualizar mucho más rápido a partir de ahora. Nos vemos pronto.

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Capítulo Treinta: Caos en las Grandes Sectas II

—Maldito idiota, ven y ayuda un poco— regañó Jiang Cheng al escuchar la voz de su hermano, aunque sus palabras eran rudas, su corazón se llenó de alivio cuando su hermano llegó, ahora, el Hada y los dos Orgullos de Yunmeng estaban juntos para defender su hogar ¿cómo podrían perder?

—Cierra la boca y usa tu espada— Wei WuXian gritó a su hermano antes de saltar al centro de la batalla y atacar de frente a las marionetas de Wen Chao.

Lan WangJi también entró a la batalla, Bichen cortaba miembros de marioneta como trozos de mantequilla, la luz azul de su espada resultaba majestuosa de ver. El Segundo Jade siempre tuvo fama de lucir como un Inmortal, pero, en esos momentos, no solo lucía como uno, sino que, parecía que tenía la habilidad de los Dioses en sus manos.

Suibian también atacaba con ferocidad, naturalmente la espada de Wei WuXian era poderosa, pero, jamás tuvo un rastro de luz como Bichen, sin embargo, en ese momento se iluminaba con un halo escarlata. La pareja sabía que los Wen estaban experimentando con la energía resentida, en sus investigaciones recientes encontraron resultados que los guiaba a la teoría de marionetas humanas, sin embargo, fue en ese momento que comprobaron que tenían razón; para Wei WuXian que solía fanfarronear de siempre tener la razón en todo cuanto decía o pensaba, aquella vez, realmente lamentó tenerla.

—¡Maten a Wen Chao!— gritó YanLi a medida que cortaba la cabeza de un par de marionetas —¡Así perderán fuerza!

—No— respondió Lan Zhan elevándose por los aires y haciendo aparecer a WangJi para enviar un ataque que ralentizó el movimiento de las marionetas.

—¡Es la única forma!— YanLi comenzaba a sentirse exhausta.

—Wen Chao no es su amo— añadió Wei WuXian —Shijie, él no tiene la capacidad para controlarlos.

YanLi observó el comportamiento de las marionetas y entendió que su hermano y cuñado tenían razón, cuando Wen Chao daba las órdenes parecía que él controlaba a las marionetas, sin embargo, ellas solo respondieron a comandos simples como Ataquen. Fueron programados para atender a solo algunas palabras específicas de Wen Chao.

—¡Fuego! ¡Fuego!— los gritos de los discípulos de Yunmeng Jiang alertaron a todos.

Cuando la pelea inició, Wen Chao desapareció montado en el Qilin Celestial, nadie pudo ir tras él, Madame Yu y Jiang FengMian estaban luchando contra las marionetas, Jiang Cheng y YanLi no solo luchaban, sino que, también intentaban alejar a las marionetas de los edificios importantes de El Embarcadero de Loto, realmente, nadie notó que el maldito Wen Chao se escabulló con sus propios planes.

El Qilin Celestial es en naturaleza un ser benevolente y pacifista, sin embargo, este Qilin Celestial en particular parece lleno del espíritu de la guerra y la desdicha; una criatura como esa es difícil de encontrar, tanto así que, la última vez que alguien vio uno y escribió sobre él fue cien años atrás. En aquella época Wen Hao documentó a detalle su encuentro con un Qilin Celestial cuando era solo un joven cultivador que vagaba por los bosques en busca de una criatura que asustaba a los habitantes de un pequeño poblado.