Echoes | WangXian

Capítulo Cincuenta y seis: El rostro de Wen Xu II

Capítulo Cincuenta y seis: El rostro de Wen Xu II

Dos días pasaron desde que Lan QiRen perdió la consciencia hasta que abrió los ojos, las heridas internas fueron curadas y su cuerpo no parecía estar en tan mal estado, además, sintió que su núcleo se fortaleció, sin embargo, la energía espiritual no volvió, una vez más se encontraba en la cama que compartía con Wen RuoHan, la alfombra manchada con la sangre de Wen Xu y la propia desapareció y se reemplazó con otra de un color claro y finos acabados, Wen RuoHan no se encontraba a su lado, estaba solo en la habitación y eso hizo que su corazón se sintiera un poco aliviado, sin embargo, el recuerdo de Wen Xu volvió rápidamente y le causó dolor en el corazón.

Un padre que intenta asesinar a su propio hijo ¡Solo las bestias se atreverían a tanto!

Lan QiRen deseó salir de ese lugar y buscar a Wen Xu, necesita saber si el joven está vivo, incluso si murió, quiere ver su cuerpo o su tumba y encender un poco de incienso para él.

La puerta de la habitación se abrió y Wen RuoHan entró, tan pronto como vio a QiRen fuera de la cama su corazón se sintió aliviado, incluso si reinicia el destino, no dejará que QiRen muera frente a él y menos si lo hace protegiendo a otro hombre.

—A-Ren— dijo acercándose para abrazarlo, sin embargo, Lan QiRen se apartó rápidamente.

—Aléjate— siseó y su mirada fue tan feroz que el corazón de Wen RuoHan se paralizó.

—Mi amor, jamás quise golpearte ¡Ese golpe era para el desgraciado perro que dice ser mi hijo! Si no lo hubieras protegido con tu cuerpo ¿cómo podría ponerte las manos encima?— El hombre quiso acercarse una vez más, sin embargo, Lan QiRen se alejó rápidamente.

—No me toques.

—¿Será así? Ahora me odias, pero, proteges a ese perro desleal... ¡A-Ren sé más inteligente! ¿Acaso te gusta? ¿Te enamoraste de él? ¿Es porque te trata bien? ¿No fui yo de esa forma contigo?— Wen RuoHan sintió una explosión de ira subir por su cuerpo y explotar en su boca. Sin embargo, Lan QiRen no respondió.

—¡Bien! Entonces, si tanto te gusta ¡Voy a contarte una historia!— El Alpha se dejó caer en una silla y tras ponerse cómodo comenzó a hablar.

En el año en que Wen Xu nació una extraña enfermedad se expandió por QiShan, los más afectados fueron los niños y los bebés, de pronto enfermaban y se volvían débiles lentamente hasta que no podían más y terminaban muriendo, el Palacio del Sol cerró sus puertas buscando proteger al Joven Maestro y a los otros niños del Clan, sin embargo, una sirviente que visitó a su familia días atrás contrajo la enfermedad.

La mujer solía atender a Madame Wen y ella también fue infectada, los doctores se apresuraron a buscar una cura, sin embargo, para cuando supieron que ella estaba infectada, Wen Xu había pasado mucho tiempo en compañía de su madre y naturalmente se infectó. En aquella época el corazón de Wen RuoHan no se había ennegrecido y, aunque no puso atención a la enfermedad de su esposa, cuando la noticia que su hijo estaba infectado llegó a sus oídos, exigió que lo curen.

Los médicos hicieron todo lo posible por hallar una cura, sin embargo, la medicina funcionaba muy bien en niños y en personas adultas, pero, resultaba ineficaz para los bebés. Wen Xu tenía solo unos cuantos meses cuando se infectó, si la medicina no surtía ningún efecto en él, moriría antes de su primer cumpleaños.

A medida que el niño se debilitaba y los médicos peleaban por hallar una cura, Wen RuoHan comenzaba a desesperarse ¿cómo puede dejar que su hijo muera? Incluso si odia a su madre, ese niño todavía es su hijo y debe salvarlo.