Echoes | WangXian

Capítulo treinta y nueve: El Demonio de la Imitación V

Capítulo treinta y nueve: El Demonio de la Imitación V

Quizás la apariencia de la fachada del Templo en que vivía Wen Hao no era agradable a los ojos, sin embargo, el interior del lugar no envidiaría nada a los lujos de las Grandes Sectas, y es que, por muchos años Wen Hao se preparó para la llegada de Wei WuXian. Jamás planeó que fuese después de evitar su muerte durante la caía de Yunmeng Jiang, sin embargo, sin importar las circunstancias, llegaría el día en que tendrían que reencontrarse pues la energía resentida se manifestaría en Wei WuXian gracias al vínculo que formaron cuando le dio parte de su sangre.

Wen Hao no creía ser sentimental y después de un siglo viendo como el mundo está lleno de personas malvadas que buscan causar daño por las razones más estúpidas, no creyó tener la capacidad de amar a alguien, sin embargo, aquel pequeño niño que salvó años atrás se ganó su corazón y lo llenó de esperanza. Sabía que no podía criarlo, ¿qué puede enseñarle un demonio a un niño humano sin quitarle su humanidad? Por eso lo dejó ir, pero, siempre se mantuvo vigilante de él, algunas veces visitaba Yunmeng y veía como ese pequeño niño comenzaba a convertirse en un jovencito maravilloso de fuertes convicciones y suave corazón.

Alguna vez quiso intervenir ante los castigos que Madame Yu le daba a Wei WuXian, sin embargo, parte de ser un humano es pasar por las dificultades de la vida, además, en esos años jamás peligró su vida. El tiempo en que fue enviado a La Profundidad de las Nubes resultó un alivio para Wen Hao, en la época en que su propio Clan buscó su ruina, el Líder de Gusu Lan pidió un juicio justo, incluso le dio asilo por algún tiempo, siempre creyó en su inocencia, sin embargo, aquel juicio que pudo restauraría su credibilidad no pudo realizarse porque sus detractores lograron asesinarlo antes.

Que Wei WuXian fuese a la Profundidad de las Nubes hizo el corazón de Wen Hao sentirse mejor, en realidad, él solía pensar en ese niño como un padre preocupado, sin embargo, se conformaba con cuidarlo desde las sombras.

Aquel encuentro en la Cacería Nocturna no fue más que una casualidad, en una montaña cercana Wen Hao detectó gran presencia de energía resentida y cadáveres feroces, después de alimentarse de su energía decidió volver a Yiling, sin embargo, el camino que tomó lo llevó directamente a la zona de Cacería preparada por Gusu Lan y a encontrarse con Wei WuXian y un joven Alpha. Wen Hao no pretendía espiarlos, es más, su primer pensamiento fue regresar por donde vino antes de que ellos lo notaran, sin embargo, como todo padre sintió la necesidad de vigilar la interacción del Omega y el Alpha.

Incluso si caminaban en silencio, supo de inmediato que Wei WuXian encontró a la persona que amaría el resto de sus días, después de muchos años vigilando y cuidando de ese niño a la distancia sabía lo suficiente de él para notar su atracción por el joven Alpha de Gusu Lan. A pesar de la frialdad con que se comportaba el Alpha, realmente ¿quién puede quedarse con una persona a solas en una Cacería Nocturna si no existe algún sentimiento involucrado?

Wen Hao los siguió en silencio, sin embargo, la energía resentida que tomó recientemente se sintió atraída por Wei WuXian, después de todo, él también tiene la capacidad de dominar la energía resentida, aunque, aun esté dormida. Fue en ese momento en que el Alpha y el Omega repararon en él, no pudo hacer otra cosa más que usar sus habilidades como Demonio de la Imitación y hacerles creer que se trataba de un Demonio de la Fertilidad que fue tras Wei WuXian, intentó establecer una conexión con él como si buscara poseerlo y, cuando Alpha y Omega estuvieron distraídos huyó a toda marcha, por suerte, no le dieron alcance o hubiese tenido que explicar algunas cosas.

En el interior del Templo, Wei WuXian sirvió té para sus invitados y Wen Hao, después, habló: —Tíos, pido disculpas por hacer que Madame Nie los hiciera venir, pero, si lo hacía yo mismo posiblemente sería increíble, además, tengo prohibido tener contacto con las personas en el exterior.