Capítulo Veintisiete: El Pueblo en la frontera

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Capítulo Veintisiete: El Pueblo en la frontera

—Sí, su hijo— la mujer parecía muy segura de sus palabras.

XiChen por un momento dudó de toda su existencia, definitivamente él no era hijo de su tío, sin embargo, ¿acaso su tío tuvo un hijo en secreto cuando era joven? ¿él sería capaz de ocultar tal secreto? Buscó entre los rostros de los discípulos de Gusu Lan alguien que pudiera parecerse a Lan QiRen o incluso a Wen RuoHan, sin embargo, no halló a nadie.

—Abuela— terminó por responder XiChen —Disculpa si no puedo responder a tus palabras, pero, mi padre es QingHeng-Jun, el Líder de Gusu Lan.

—Joven Amo, perdone a esta vieja por confundirlo— se disculpó ella avergonzada —Entonces ¿dónde está el hijo de A-Ren?

—Abuela— justo cuando XiChen pensaba en cómo responder a la mujer que insistía en ese supuesto hijo, Lan QiRen apareció —¿Cuántos años pasaron desde que nos encontramos?

—¡A-Ren!— saludó ella con familiaridad acercándose a él para acariciar sus mejillas cariñosamente como lo haría una madre —Niño tonto ¿por qué te convertiste en un hombre? Mira esa barba ¿por qué escondes esa cara bonita?

—Mi rostro no necesita ser bonito, siempre que pueda cumplir con mis obligaciones— dijo con formalidad —Sobre el hijo que mencionas, creo que esa última ocasión en que nos vimos te di la impresión equivocada, en aquel entonces los síntomas parecían confusos, pero, la inestabilidad de mi núcleo fue causada por el proceso de sellar mi naturaleza.

La mujer tembló ante las palabras de Lan QiRen, por largos minutos se mantuvo en silencio observando al Omega, en su memoria se mezclaba el recuerdo del joven risueño que alguna vez corrió por los caminos de QiShan de la mano de Wen RuoHan con esa persona de aspectos serio y mirada dura ¿cuánto dolor ha experimentado Lan QiRen para olvidar sonreír?

Lan XiChen se disculpó antes de retirarse, la conversación que su abuelo tendría con la abuela Wen pertenecía a su pasado, un pasado del que jamás habló con sus sobrinos y, posiblemente no estuviese listo para contar.

Wei WuXian y Jiang Cheng volvieron al Embarcadero de Loto poco después de la llegada de YanLi a Qinghe, aunque pensaban quedarse más tiempo allí, Jiang FengMian envió a buscarlos, últimamente las revueltas en las zonas fronterizas hacían a los pobladores sentirse nerviosos. Los informantes hablaban de un grupo de incitadores, siempre aparecían ante cualquier disputa y alentaban la situación hasta que las armas aparecían.

Wei WuXian no lucía muy emocionado ante la idea de ir a resolver algo como eso, sin embargo, Jiang FengMian los envió temiendo que la situación fuese más complicada de lo pensado. Los discípulos de Yunmeng Jiang no son débiles o inútiles, sin embargo, dada la turbulencia en el mundo del Cultivo, decidió enviar a sus hijos para resolver la situación de inmediato. En realidad, él pensó en enviar únicamente a Wei WuXian, sabía que podría con los revoltosos incluso con los ojos cerrados, sin embargo, sigue siendo un Omega, jamás debe viajar solo.

Jiang Cheng suspiró agotado, ese día viajaron mucho y sus pies dolían —¿Por qué mi padre nos enviaría a resolver esto? Con un grupo de discípulos bastaría— se quejó rodando sobre la cama.

Wei WuXian bebía de la jarra de licor que obtuvo de la dueña de la posada, el sabor picante de la bebida limpió su garganta del nudo que se formó unas horas antes, en ese momento extrañaba la compañía de Lan Zhan y, especialmente, necesitaba contarle sobre lo ocurrido en el camino. Jamás podría decirle a su hermano sobre el sucedo de la Cacería Nocturna cuando estuvieron en La Profundidad de las Nubes, tampoco de la investigación que hizo junto a Lan Zhan y tampoco mencionaría que en Qinghe una vez más fue acechado por esa cosa...

Echoes | WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora