ZET (The Walking Dead Fanfic)

59. RIDE FOR YOU

59. RIDE FOR YOU

Cerré los ojos un segundo y abracé a Daryl, sentía demasiadas cosas a la vez, y no sabía que hacer. No sabía si hacerle caso a mi cabeza, a mi corazón, a Carol, hacer lo correcto, mentir… demasiadas opciones. Oí el latido de su corazón, iba casi tan rápido como el mío, estaba preocupado por mí y ni siquiera sabía que debía estarlo. Eso fue decisivo para mí. Me separé de Daryl y lo miré a los ojos fijamente.

-Estoy embarazada –dije finalmente-

Daryl rompió la conexión de nuestras miradas y dio un paso hacia atrás. Sentí que lo estaba perdiendo, incluso llegó a soltarme la mano. Era como si los sentimientos no fueran tan fuertes como para soportar esta importante noticia. Cada segundo que pasaba sin que él dijera nada me destrozaba más y más. Acabó girándose y dando un par de pasos hacia el bosque, pero me apresuré y lo tomé de la mano.

-¿No piensas decirme nada? –grité pero Daryl ni se inmutó, siguió caminando hasta el bosque y se adentró a éste. Le perdí la vista, era como si mi pesadilla volviera a repetirse, como si fuera un bucle que comenzaba de nuevo.

-¿Qué ha pasado? –Preguntó Carol- ¿Se lo has dicho? –me preguntó, yo afirmé con la cabeza y me desplomé al suelo llorando. Después de tantos días intentando ser fuerte, ahora me sentía destrozada por dentro, no tenía ánimos de nada. Carol me abrazó, pero nada podía consolarme-

-¿Qué ha pasado? –Merle repitió la pregunta que había hecho Carol, pero él no tenía ni idea de nada- ¿Has roto con mi hermano? Su cara…  ¿Qué le has dicho?

Sasha y Tara tenían también las miradas puestas sobre mí. Intenté pensar en frío la situación, pero era mucho peor. No contar con el apoyo de Daryl haría todo mucho más difícil. Ya fue imposible para mí vivir aquello sin él, ahora sería mucho peor.

-Estoy embarazada –admití. Aún siendo la tercera vez que lo decía en voz alta, costaba hacerlo. Me costaba reconocer mi situación, me aterraba-

-Mierda… -maldijo Merle. Se agachó e hizo un gesto parecido a un abrazo. Merle no podía considerarse alguien cariñoso, ni siquiera alguien amable. Así que ese gesto lo apreciaba mucho- Entrará en razón… Daryl no es como yo –murmuró. Deseaba con todas mis fuerzas que Merle estuviera en lo cierto-

Miré al mayor de los Dixon y después a Carol. Algunas lágrimas caían por mi mejilla, ahora sentía lo que Lori cuando me pidió que cuidara de sus hijos. Querer que esa personita inocente que esta creciendo cada día en mi interior no sea una víctima más de este mundo tan horrible, querer que tenga un futuro, unos sueños, una vida…

-Cuando este bebé nazca, cuidaréis de él… ¿Lo haréis? –pregunté. Las palabras se atragantaban en mi garganta, ni siquiera era capaz de hablar. Estaba temblando, muerta de miedo. Un miedo distinto al que había superado hasta ahora-

-Te ayudaremos a hacerlo –contestó Merle- No vuelvas a insinuar que… -Merle dudó, algo raro en él-  tú eres más fuerte.

Merle se equivocaba, no lo era, ni siquiera podía pretender serlo. Fijé la mirada en la carretera, odiaba verme en la misma situación, sin un lugar al que ir, sin el apoyo de Daryl y esperando un bebé. Era la misma historia, aunque esperaba que esta vez, el final cambiara, que el bebé llegara a nacer, aunque poca esperanza me iba a quedar a mí.

Todos se habían alejado de mí un poco, dejándome un momento para pensar, para poder centrarme. Una parte de mi esperaba que Daryl reaccionara de otra forma, que sonriera y me dijera que todo iba a salir bien, aunque fuera mentira, pero que al menos sembrara esa ilusión en mi.  

A mi cabeza vino el sueño que tuve varias de las noches que dormí en la calle, antes de que Preston me llevara al refugio: Daryl despertando junto a mí en una gran casa bonita, el sonido de la risa de unos niños y yo levantándome preocupada por hacer el desayuno. Podía sonar típico o quizás estereotipado, pero era,  lo que deseaba. Un sueño imposible de cumplir.