ZET (The Walking Dead Fanfic)

33. NO MIRIS ENRERE (NO MIRES ATRÁS)

33. NO MIRIS ENRERE (NO MIRES ATRÁS)

-¿Qué quieres Daryl? –Pregunté mientras limpiaba las lágrimas de mis mejillas-

-Solo quería saber si estabas bien, Lori era tu amiga…

-Estoy bien–murmuré, pero soné muy poco convencida. Era imposible que estuviera bien, acababa de perder a alguien importante para mí-

Dary se acercó hasta la cama y se sentó al filo. Le perseguí con la mirada, observando cada uno de sus movimientos, se notaba que estaba cohibido. Yo aún me sentía mal por nuestra última conversación, o más bien discusión; ni siquiera sabía bien cómo calificarla. Me moví ligeramente hacia él, para buscar su rostro en el reflejo de la luz que entraba.

-Siento no haber estado hoy –susurró y desvió la mirada de mí-

-Nunca estás, no sé cómo lo haces, pero…nunca estás –contesté. Y es que si miraba atrás, en los momentos en los que más lo había necesitado, eran precisamente, en los que él no había estado-

-No pensé que podría pasar algo así hoy, necesitaba salir de aquí, despejarme. De verdad que lo siento.

Ambos nos quedamos en silencio unos segundos. Después, Daryl se movió hasta mi lado para poder abrazarme fuertemente. Enterré mi rostro entre su cuello y pecho, respirando el olor que desprendía su piel. Era un olor muy particular, que quizás en otras circunstancias me habría parecido desagradable, pero ahora me resultaba excitante.

Daryl acariciaba mi cabeza lentamente, como si quisiera peinar mi destrozada cabellera, consiguió calmarme mucho y por un segundo, olvidar hasta dónde estaba.

-Mientras estuve por el bosque –comenzó a hablar- vi a Merle.

Me separé de él y  le miré fijamente, intentando adivinar si aquello había sido algo bueno o algo malo. Estaba serio y algo triste, lo pude ver en su rostro.

-¿Qué pasó? –Pregunté- ¿Estaba solo?

-No, estaba con un tal Martínez, pero no llegó a verme. No pudimos hablar mucho rato, pero he quedado con él mañana antes del anochecer en el mismo punto.  Me he alegrado al verle, está muy cambiado, pero está vivo…

-¿Y por qué tienes esa cara? –pregunté. Llevé mi mano  hasta su mejilla, habría preferido  que sus ojos se hubieran achicado por una sonrisa que verlos tan apagados como estaban-

Me miró fijamente y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. No esperaba que Daryl se lanzara sobre mí y me besara de tal forma. Como si quisiera robarme el alma a través de ese beso. Aún sin dejar de besarlo, me recosté sobre la cama, trayéndolo conmigo.

-No quiero perderte, no sería capaz de soportarlo de nuevo –susurró. Su voz retumbó en mis oídos y me hizo estremecer- Si el capullo ese se entera que estás aquí… -Daryl se quedó en silencio mirándome y se recostó a mi lado.  En su mirada pude ver que estaba realmente preocupado, y eso en Daryl era muy poco frecuente.  Verle era como tener delante a un tigre preso del miedo- No me importa qué tenga que hacer, pero te juro que lo haré…

-Vamos a estar bien, Daryl, vamos a estar bien. –Susurré y me acurruqué entre sus brazos-

<Cerré los ojos. Aún tenía la respiración agitada. Me sentía protegida por el simple hecho de que su brazo rodeaba mi cintura y su respiración chocaba contra mi frente. Cuando por fin sentía que estaba consiguiendo quedarme dormida un fuerte golpe me hizo abrir los ojos de golpe.

-¿Qué ha sido eso? –pregunté en voz baja. Preston también se había despertado, o quizás ni siquiera había conseguido dormir-

Preston se levantó de la cama y cogió el bate de béisbol. Quizás alguien había entrado a la casa, o quizás fuera algo.