46. I'M NOT THE ONLY ONE

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46. I'M NOT THE ONLY ONE

Daryl tomó mi mano y la apretó con fuerza. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y cerré los ojos pero los abrí de golpe cuando oí varios gritos desgarradores provenientes de fuera del pabellón.

-¿Qué ha sido eso? -pregunté. Me separé un poco de Daryl y para poder mirarle, pero él me rodeó con su brazo y me atrajo hacia él-

-Ya no somos los mismos que éramos antes, LeeA, las reglas han cambiado en la prisión. Esto ya no es el paraíso que creíamos tener.

Me quedé preocupada por aquellas palabras de Daryl, pero no fue suficiente para mantenerme despierta. Estaba débil y agotada, por lo que no fue dificil que cayera en brazos de Morfeo.

<<Me despedí de él desde la ventana. Tenía que fingir, como cada mañana, que todo iba bien, que mi sonrisa era natural y que por dentro no estaba destrozada. Él me obligaba a parecer la chica perfecta, la esposa perfecta; algo que yo no era capaz de conseguir.

Noté un leve olor a quemado y recordé que en el horno había dejado una tarta de manzana. Era la tercera vez que se me quemaba en la semana. Sabía que cuando Preston volviera de trabajar, se enfadaría y tras discutir acabaría haciéndome daño una vez más. La cuarta vez en la semana.

Lloré, y lo hice por miedo. Sentía pánico al pensar que el resto de mi vida sería así y que todo acabaría cuando a Preston se le fuera la situación de las manos.

Conseguí sacar la tarta antes de que se quemara por completo, quizás, si hoy Preston estaba de buen humor conseguiría librarme. Encendí la radio mientras planchaba algunas de las camisas de mi marido, un programa de tertulia hablaba sobre los riesgos de algunas investigaciones secretas que llevaba el gobierno y exigían que se dieran a conocer las pruebas y los resultados. Últimamente ese tema estaba muy candente.

-Damos paso al primer al vicepresidente, Jeremy Bood, que nos hablará... - habló el presentador de la radio. Antes de que pudiera oír su voz, me apresuré en cambiar de emisora, una con música country sería mucho mejor, al menos no me haría sentir tan mal-

Cuando acabé de planchar todas las camisas, me dispuse a preparar la comida. El teléfono de casa sonó, tenía la esperanza que fuera Preston diciendo que no vendría a comer, que tenía una reunión o algo parecido.

-¿Hola? -pregunté al descolgar la llamada- ¿Hola? -volví a preguntar al no obtener respuesta-

Volví a preguntar si había alguien al otro lado, pero no oía nada, así que acabé colgando la llamda. Me quedé mirando el teléfono unos segundos, pero pronto volví a la realidad, si no me daba prisa en volver a la cocina, quizás también se me quemaría la comida>>

Oí un llanto de bebé que me despertó. Al abrir los ojos me encontré sola en la celda. En una esquina de la cama había, muy bien doblado y apilado, algo de ropa que supuse era para mí. Aún llevaba aquella bata que me hacía sentir mucho más enferma de lo que estaba.

Me cambié de ropa rápidamente, aún seguía oyendo el llanto. Judith necesitaba a alguien y al parecer no había nadie más que yo dentro del pabellón. Caminé hasta la celda de Rick, supuse que allí estaría la pequeña, y acerté.

Entré a la celda y me asomé en la cuna improvidasa. La pequeña lloraba desconsoladamente, probablemente necesitando a su madre. Mi instinto me hizo cogerla en brazos y acunarla en mi pecho, y la bebé poco a poco se calmó.

-Menudos pulmones tienes, pequeña pateatraseros -le hablé en un susurro. Había crecido mucho en muy poco tiempo y cada vez se ponía más y más guapa. Comencé a tararear una canción que me encantaba, era de una cantante country que solía oir en la radio y que me traía mucha paz-

ZET (The Walking Dead Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora