62. COMING HOME

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62. COMING HOME

Todos nos subimos de nuevo a los coches, pero esta vez nosotros íbamos de primeros, iba indicando a Daryl el camino que debía seguir, pero con cada kilómetro que recorríamos, me sorprendía más y más. Tenía tanto miedo que no era normal, no sabía qué estaba ocurriendo a mí alrededor.

-No es posible...-Dijimos Daryl y yo a la vez cuando conseguimos entrar a la ciudad-

Hice el amago de bajar del coche, pero Daryl se giró hacia mí con mirada fulminante, de esas que aún conociéndolo lo suficiente me daba miedo.

Todos los coches se habían detenido en una pequeña avenida que daba entrada a la ciudad desde las afueras. En condiciones normales, estaría llena de coches con gente entrando a Washington, la gran ciudad política, en nuestras condiciones debería estar llena de caminantes, antiguos habitantes con un triste final. Pero la realidad era completamente distinta: ni coches, ni caminantes, ni personas vivas... nada. No había absolutamente nada en Washington. Era una ciudad fantasma.

Daryl y Rick bajaron del coche para reunirse con otros integrantes del grupo, todos estábamos atónitos viendo como una enorme ciudad había desaparecido, se había convertido en nada. Los edificios, a lo lejos, se veían destartalados, con falta de cuidado. Aquello me recordaba el edificio fantasma de los parques de atracciones.

-LeeAnna... ¿Qué pasa fuera? -preguntó Carl asustado. Era curioso como los caminantes nos daban miedo, como la gente viva también lo hacía, pero aún era peor el miedo de la ausencia de ambos. No tenía respuesta para la pregunta del niño, ¿Cómo podían haberse marchado de aquí los caminantes? O... ¿Cómo podían haber acabado con todos ellos?¿Qué había detrás de todo esto?

Vi como a uno de los coches subían Abraham, Glenn, Michonne, Rosita y Daryl. No lo dudé y bajé del coche, no sabía qué decisión habían tomado, pero fuera cual fuera, no me gustaba. Veía que los que más solían arriesgarse se habían subido juntos, ¿Qué implicaba eso? La respuesta era sencilla: volver a separarnos. No estaba dispuesta a seguir perdiendo gente por no poder apoyarnos como grupo, por estar cada uno por su parte.

-LeeAnna, vuelve al coche inmediatamente... -me ordenó Daryl-

En lugar de ir hacia cualquiera de los coches comencé a caminar por la avenida, como si quisiera entrar a la ciudad. El viento corría fuerte, miré al cielo estaba tan gris que en cualquier momento podría comenzar a llover.

-¡LeeAnna! -Daryl volvió a llamarme, pero estaba inmersa en mis pensamientos. No había reconocido aquél lugar hasta que me había bajado del coche. Había pasado por allí varias veces en mis visitas a Washington con mi padre, incluso recordaba haber parado en una cafetería por allí cerca para comprar café para mi padre: "Cortado de café con doble de azúcar".

Suspiré y agaché la mirada. No pensé que fuera capaz de recordar momentos así de mi vida. Momentos tan sencillos, en los que aún todo iba bien. Mi vida se había basado en cosas malas y todos estos momentos los había ignorado.

Daryl estaba a mi lado mirándome fijamente. Estaba segura que todos los demás también lo hacían desde los coches.

-¿Estás bien? -preguntó-

-Tendréis que llevarme con vosotros si queréis que os indique donde encontrar provisiones. Conozco mejor de lo que creía esta ciudad... es una tontería que nos separemos

-No voy a ponerte en peligro, nos encontraremos al otro lado de la ciudad o quizás en Baltimore... No me gusta este sitio, no me gusta que todo esté tan tranquilo.

Daryl parecía estar bastante preocupado, pero no podía culparlo, yo también lo estaba. Todo era tan raro, demasiado.

-Todo va a ir bien, sea como sea, acabamos encontrándonos. El destino te ha jodido, vas a tener que soportarme el resto de tu vida -Daryl hablaba tan serio, pero eso a mí me sacaba una sonrisa. Pensar en tenerlo siempre a mi lado me hacía feliz, no importara lo que nos rodeara-

ZET (The Walking Dead Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora