65. HURT
-Déjame –murmuró LeeAnna en un tono frío y duro, tan frío como un iceberg golpeando el corazón de Daryl- ¡Que te jodan, Daryl Dixon! –gritó con todas sus fuerzas. Las rudas palabras de LeeAnna resonaban en la cabeza de Daryl hasta tal punto que creyó que se quedaría sordo-
-Baja del coche –rogó mientras golpeaba la ventanilla desesperadamente bajo la atenta mirada de todos los miembros del grupo. Vio como encendía el coche y cómo comenzaba a moverlo, y él sin poder hacer nada. LeeAnna se marchaba, él solo podía pensar en el peligro que podía correr estando sola, en cuánto la extrañaría y en lo idiota que era- Te quiero, joder, ¡Te quiero! –gritó con todas sus fuerzas. Era su última esperanza para no perder a LeeAnna, pero ella no se detuvo. Daryl corrió tras el coche. Obligó a sus piernas a trabajar al máximo con tal de poder alcanzarla, pero fue imposible.
Se quedó mirando a la carretera, ni siquiera podía ver la sombra del auto a lo lejos. Se dio cuenta que toda su vida, todo lo que le importaba de verdad se había marchado en ese coche.
Entró a la casa malhumorado. No quería que nadie se le acercara a preguntarle sobre lo ocurrido y que además, acabaran dándole la razón a LeeAnna.
Él lo sabía, sabía lo mucho que la había fastidiado ocultándole algo de tal importancia.
Pronto se encontró en el patio trasero buscando desesperadamente la cajetilla con cigarrillos que había encontrado en un coche abandonado.
-¡Joder! –maldijo cuando encontró la cajetilla con varios cigarrillos dentro, pero no tenía mechero. Alguien había ido junto a él y le ofrecía uno -
-Volverá –murmuró Rick- esta es su casa, sabe que está embarazada y necesita un lugar a salvo, comida… Ella te quiere, solo está enfadada, pero se le pasará.
-No puedo perderla –admitió Daryl. Tan solo de pensarlo, él sentía ganas de querer morir. Daryl nunca había sido un chico sentimental, más bien todo lo contrario. Sus constantes ganas de reprimir sus sentimientos lo habían llevado a más de un malentendido, sin embargo cuando conoció a LeeAnna todo cambió para él. Solo ella conseguía hacerle sentir de esa forma: tan seguro de sus emociones, tan asustado por la novedad de sentir, tan fuerte y débil a la vez.
-Ella te quiere –repitió Rick, quien tenía la certeza de que Daryl dudaba sobre eso- No siempre es tu culpa, Daryl. A veces estas cosas pasan y… -Rick hizo una pequeña pausa- simplemente pasan
Daryl sentía que Rick tan solo se estaba compadeciendo de su pérdida. Porque lo sentía así, una pérdida. Algo le decía que no volvería a ver a LeeAnna, que se desvanecería como el humo que desprendían sus cigarrillos.
-Esto no es justo –sentenció Daryl. Ambos dieron por finalizada la corta conversación. No había nada más que decir, tan solo debían esperar el regreso de LeeA.
Las horas comenzaron a pasar, llegando la tarde y finalmente la noche. LeeAnna no había vuelto y todos estaban preocupados. Habían decidido hacer una pequeña búsqueda por la urbanización. Ella conocía la zona, sabía dónde podía refugiarse.
Glenn acompañaba a Rick por la zona norte mientras que los hermanos Dixon buscaban en el sur. Buscaron durante horas, pero no hallaron nada, ni siquiera un caminante. Por una parte eso tranquilizaba a Daryl, LeeAnna era buena defendiéndose, pero ahora contaba con un bulto que la hacía menos ágil y mucho, mucho más vulnerable.
Daryl volvió a la casa esperando encontrarla allí, o al menos, tener alguna noticia suya. Pero nada, había desaparecido completamente.
Todo estaban seguros que volvería al amanecer e intentaban calmar a Daryl. Había perdido los nervios de una forma descomunal.
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ZET (The Walking Dead Fanfic)
Fanfiction-Esto tiene que ser una broma... -Dije con un fastidio notorio- Habría preferido que fueras un caminante... -No puede ser cierto, tú no puedes estar delante de mí... -dijo completamente confundido- Solté una pequeña risa cargada de prepotencia. El...