28. TRAGEDIA

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28. TRAGEDIA

-¡No me juzguéis! ¿Qué queríais que hiciera, que esperara a que abusara de Beth y le diera una palmadita en la espalda? Solo le he dado lo que se merecía… Vamos, Rick, ¿Qué harías tú si en lugar de Beth hubiera estado Lori o Carl…? ¡Habrías hecho lo mismo o incluso algo peor! –Sentí que comenzaba a faltarme el aire. El terrible olor a sangre que desprendía el cadáver de Tomas no ayudaba. Me estaba mareando mucho, tanto así que sentí que perdía el equilibrio. Finalmente todo oscureció, convirtiéndose en nada-

<Estaba tan nerviosa. Sabía que tenía su mirada sobre mí, y de alguna forma eso me intimidaba. Yo seguía organizando las toallas y sábanas, pero de los nervios se me caían cada dos por tres. Trabajar en el refugio de madres solteras a cambio de un lugar en el que vivir y comida caliente cada día valía la pena.

-¡Déjame que te ayude! –Dijo Preston cuando me agachaba- no deberías hacer esfuerzos así

-Estoy bien, gracias –contesté sonriente. Por fin había conseguido que me hablara después de tener su mirada puesta en mí más de una hora. Con mis dedos peiné un poco los cabellos que sobresalían de mi coleta y se venían a mi cara-

-Estás preciosa hoy –me dijo, consiguiendo sonrojarme bastante. Las hormonas del embarazo me hacían ser mucho más susceptible en esas situaciones-

-No es cierto –contesté, intentando ocultar mi rostro-

-¿Te apetecería ir a cenar conmigo esta noche? –me invitó Preston. Me sentía tan afortunada por aquello, que hasta sentía que no lo merecía-

-Me encantaría, pero…no sé si me dejarán salir de noche del refugio.

-Te olvidas que soy el mayor financiador de todo esto. Tendrán que dejarte venir conmigo, además, te cuidaré

-De eso no me cabe duda –hice un esfuerzo poniéndome de puntillas para llegar a la mejilla de éste y depositar un pequeño beso-  

Estuve todo el día entusiasmada con mi cita con Preston. Era el hombre más perfecto que había conocido. Sus ojos verdes, su rostro angelical pero masculino, su actitud fuerte y bondadosa a la vez. Sentía mariposas revoloteando en mi estómago cada vez que lo tenía delante, o quizás era el bebé que también se emocionaba al verlo.  

Finalmente Preston me llevó a un restaurante italiano no muy lejos del refugio. Era un lugar precioso, con velas en las mesas y un par de violinistas tocando en el medio de la pista. Pero yo no estaba disfrutando aquello. Algo iba mal.

-Tienes mala cara… -dijo Preston tomándome del mentón-

-No me encuentro muy bien… -dije. Llevaba un buen rato sintiéndome mucho más débil de lo normal, y no me gustaba nada-

Preston me llevó al hospital más cercano y tras unas cuantas pruebas el médico vino con los resultados. Su rostro desilusionado me indicaba que venía a darme malas noticias. Oír las palabras del médico diciéndome que llevaba  un feto muerto dentro de mí me destrozó. Un desprendimiento de placenta causado por mis malos hábitos meses antes había causado la muerte de mi pequeño.

Preston estuvo cada día junto a mí, dándome apoyo y ayudándome a superar aquel duro golpe. Y a pesar de que no llegué a enamorarme locamente de él, le admiraba por cómo era, le quería por lo que había hecho por mí. Por lo que meses después de aquello, acepté casarme con él>

Abrí los ojos de golpe. Estaba acostada en la cama de una de las celdas cara a la pared. Tenía una manta marrón cubriendo mi cuerpo.

-Por fin despiertas –dijo una voz femenina. Giré el rostro y encontré a Maggie sentada junto a mí-

ZET (The Walking Dead Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora