ZET (The Walking Dead Fanfic)

29. HELL IS AROUND THE CORNER

29. HELL IS AROUND THE CORNER

-Si me hubiera animado  a pedirte que te casaras conmigo –me quedé inmóvil. ¿De verdad acababa de oír eso?- Llegué a comprar el anillo, pero… soy una nenaza. Tenía tanto miedo a que me dijeras que no… -bufó- Y luego volví a pensar pedírtelo cuando me diste la segunda oportunidad, quizás Hershel haría los honores de… pero me pareció ridículo.

-Te habría dicho que sí –susurré- en cualquiera de las ocasiones…

-Habría sido un error –dijo Daryl. ¿Por qué lo pensaba? Tenía que reconocer que el hecho de que pensara que podría ser un error me dolía.

-¿Dónde está esa zorra? –Gritó alguien-  

Me levanté de la cama. Sabía que, fuera quien fuera que gritaba, se refería a mí. Debía de ser alguno de los reos del grupo. Quería salir y encarar a quien me reclamaba, pero Daryl me detuvo tomándome de la mano, pero yo me solté. Tomé la catana y la colgué de mi hombro por la cinta que se desprendía de cada extremo del forro.

Salí de mi celda y me topé con Rick, quien parecía estar bastante enfadado. Él también intentó detenerme, pero al final del pasillo estaba uno de los antiguos prisioneros mirándome fijamente.

-¿Tienes algún problema? –pregunté cargada de chulería. Mantenía la cabeza en alto, mirando desafiante a ese engendro de la sociedad. A nadie lo meten en la cárcel por ser demasiado bueno-

-Mi problema eres tú –dijo. Aquél hombre me repugnaba. Era de la misma calaña que Tomas, parecían estar hechos de la misma materia.-

-Hicimos un trato –interrumpió Rick- Vosotros  os comportabais y podíais quedaros aquí, pero Tomas se ha pasado

-¿Y ella qué? –Me señaló- ¿Lo ha matado cuando él solo quería divertirse? Esa zorra también merece que la echen de aquí  

-¿Qué pasa? ¿Quieres ser el siguiente? –volvía  a desafiarlo-  Porque eres el primero en mi lista…  

-¿Pretendes amenazarme? –ese tipo se acercó a mí, quizás demasiado. Mi límite de seguridad estaba siendo destruido- Porque poco me va a importar que seas una mujer

-Tócale un pelo y desearás no haber nacido –oí que Daryl decía-

-Os daremos comida y algunos cuchillos, os las tendréis que arreglar… -apuntó Rick intentando separar al preso de Daryl, que estaban a poco de pegarse-      

-No es justo, nosotros no tenemos la culpa de lo que lo que haya hecho Tomas –opinó el pelirrojo. Prefería que todos se marcharan, la verdad es que la idea de Rick de que se fueran a otro pabellón me gustaba, aunque fuera tener el infierno a la vuelta de la esquina, pero qué importaba. El infierno ahora nos rodeaba.

-Un trato es un trato, no hay vuelta atrás. Al menos os estamos dando un lugar seguro, limpiamos el pabellón 4, tan solo tenéis que sacar de ahí los cadáveres. No os estamos mandando a la muerte…

-Vas a pagar la muerte de Tomas –me señaló el preso- Aquí nada queda impune…

Un par de horas más tarde Daryl se encargaba de cerrar con candados las entradas del pabellón 4 al nuestro. Estábamos todos agrupados, viendo cómo dos de los presos nos pedían que lo pensáramos de nuevo. Pero Rick ya había tomado  una decisión.

Yo estaba un poco más alejada del grupo. Tenía la mirada puesta en la nada, intentando pensar en cómo había reaccionado Rick. Sin duda se había dado cuenta lo mucho que había metido la pata culpándome.

-¿Estás bien? –me preguntó Hershel. Yo me encogí de hombros, pues no hallaba respuesta a esa pregunta. Tenía fuertes dolores de cabeza, dolores de espalda peo sobretodo, me dolía el pecho de la cantidad de sentimientos contradictorios que tenía- No te he agradecido lo que…