31. THE MERCY OF THE LIVING
-Llevo un buen rato buscándote –dije llamando su atención- ¿dónde te habías metido? –pregunté. Me acerqué a él y lo intenté abrazar, esta mañana nos habían interrumpido en uno de nuestros momentos, quizás debía compensárselo. Daryl me rechazó el gesto, incluso llegó a dar un paso hacia atrás alejándose de mí-
-Es lógico que no me encontraras, te he estado evitando…
-¿Por qué? ¿Qué pasa, Daryl? –Pregunté sin andarme por las ramas. Notaba que me miraba de reojo. Me fastidiaba mucho porque conociéndole, sabía que solo evitaba mirar de frente cuando se sentía desconfiado, cuando quería ocultar sus sentimientos-
-Nada, solo quiero estar solo…
Al vuelo tomé su mano, consiguiendo una breve mirada suya que me dejó aún más preocupada. No estaba bien.
-¿Qué pasa? –Pregunté esta vez, con voz más suave, quizás si le hacía sentir seguro conseguiría que se sincerara- ¿Es por Merle? ¿Estas preocupado por él? –Él hizo un pequeño movimiento con su cabeza, que me hizo entender que así era -Puedes confiar en mí…
-No es que no confíe, es solo que… -Noté que apretaba mi mano- Se me ha juntado todo. No sé si Merle está bien… -confesó finalmente. Como imaginaba, su preocupación tenía nombre y apellidos-
-¡Vamos, es Merle! Es un tío fuerte, estará bien… -intenté animarlo- Unos simples caminantes no acabarán con él –Quería seguir animándolo, o al menos intentándolo, pero Daryl me interrumpió-
-Te he visto con esa niña y –Daryl hizo una pequeña pausa- Habrías sido una buena madre.
Daryl tenía la mirada pegada al suelo, era incapaz de elevarla. Sabía que se sentía culpable y no sabía cómo evitarlo. El pasado lo sentía tan lejano, pero para él era el presente. Di un pequeño paso más hacia él, pero él se alejó. No quería que aquello nos separara más, pero tampoco podía hacer nada.
Solté su mano y en silencio me marché de allí. Tenía un sentimiento terrible dentro de mí, era como si mi tortura no fuera a acabar nunca, como si estuviera maldita para siempre. Esto era la consecuencia de remover el pasado.
Fui hasta mi celda. Lo bueno de que estuviera alejada de las demás celdas ocupadas, era la facilidad de estar sola. No se oía ni un solo ruido y la luz era escasa, lo que me ayudó mucho a conciliar el sueño.
A la mañana siguiente me desperté muy temprano. Había pasado una noche de perros, llena de remordimientos y decepción. Con mucho pesar me levanté de la cama y arreglé un poco mi ropa y mi cabello. Como ya era costumbre, colgué de mi hombro la catana.
Una de las cosas que más extrañaba del mundo de antes era sentir el olor afrutado que dejaba el champú en mi cabello, o quizás el olor a coco de mi piel. Ahora olía a sudor, sangre y tierra húmeda. Y es que por mucho que te limpiaras, el olor impregnaba todo el ambiente.
Recorrí toda el ala del recinto, hasta llegar a la celda de Daryl, la cual encontré vacía. Las sábanas estaban revueltas sobre la cama, como siempre, pero no había rastro de él.
-Se ha marchado muy temprano a cazar –dijo una voz. Me giré y encontré a Carol de pie frente a mí. Me miraba seria y puede que algo entristecida, pero siempre estaba así, era como si eso formara parte de su personalidad- ¿Habéis discutido, verdad?
-Que de vez en cuando te dirija la palabra, no implica que seamos amigas –dije con bastante enfado. Tenía que reconocer que me ponía celosa que ella supiera dónde estaba Daryl y yo no. ¿Es que seguía estando siempre detrás de él?-
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ZET (The Walking Dead Fanfic)
Fanfiction-Esto tiene que ser una broma... -Dije con un fastidio notorio- Habría preferido que fueras un caminante... -No puede ser cierto, tú no puedes estar delante de mí... -dijo completamente confundido- Solté una pequeña risa cargada de prepotencia. El...