ZET (The Walking Dead Fanfic)

15. HOW YOU REMIND ME

15. HOW YOU REMIND ME

-¿De verdad, Daryl? ¿Eso es lo que quieres? Pues eso haremos... –Acto seguido mi puño salió disparada hasta su barbilla- Esto va por la mañana en la que desperté sola

-Vamos, ¿Eso es todo lo que tienes dentro? –me desafió. Su actitud provocó que me pusiera mucho más furiosa. Por lo que acabé pegándole otro puñetazo-

-Eso va por lo que sentí los siguientes meses….

El siguiente puñetazo fue dirigido a su pecho. Daryl se había convertido en mi saco de boxeo personal. Daba un golpe tras otro, cada cual más débil al anterior, pues el llanto  y el cúmulo de recuerdos me hacían perder fuerza. Tras aquella rabieta con la que por fin conseguí cerrar unas cuantas heridas abiertas acabé en el suelo, llorando como una niña que acaba de separarse de su madre. Daryl se agachó junto a mí y me abrazó.

-Todo fue mi culpa –admitió- mi jodida culpa –Ni siquiera era capaz de mirarle a la cara, pero me hacía bien poder escuchar de él que reconocía sus errores. Daryl me ayudó a levantarme del suelo y ambos nos sentamos en la cama. Estábamos cara a cara pero sin mirarnos, ambos con las miradas puestas en el suelo, en las paredes, en la cama… cualquier sitio era válido antes que mirarnos-

-Me podrías haber hecho daño de muchas formas, Daryl, pero elegiste la peor.

-Me arrepiento de todo, pero al menos sé que después conseguiste ser feliz –noté que ahora Daryl si me miraba y me armé de valor para mirarle yo también-

-Créeme si te digo que esos meses que estuve contigo, sí… fueron difíciles, pero fueron de los mejores de toda mi vida, así que no pretendas justificar que seas un capullo.

-Tienes razón, pero tú tampoco eras una santa, ¿O no recuerdas que por tu culpa casi meten en la cárcel a Merle? O las tantas palizas que recibí por salvarte el culo…

-No puedo creer que aún me recuerdes eso –dije enfadada- además, Merle acabaría ahí tarde o temprano. Sabes perfectamente cómo es tu hermano.

Y de nuevo un silencio, aunque esta vez sí que nos mirábamos. Un escalofrío recorrió mi espalda, hice un esfuerzo por no retorcerme.

-Te dije que te quería y aún lo hago –esas palabras me dejaron sin aliento- Si aquella mañana me fui fue porque sabía que merecías algo mejor, yo no te hacía ningún bien… -Daryl suspiró- ¿Sabes? Pensé que todo podía haber sido diferente, tú me hacías ver quien era realmente pero acabé despertando de ese sueño, fuera como fuera era una carga para ti…

-Sabes que no lo eras. Por ti era capaz de soportarlo todo, pero…  

-Te decepcioné –Daryl había dado en el clavo. Una de las cosas que más había sentido era decepción-

-Pero ya está, eso es pasado…  -dije. Era lo mejor para ambos en esta situación-

-No es pasado cuando aún me odias

-No lo hago de verdad –dije- Tan solo me acostumbré a hacerlo pero… acabas de demostrarme que eres como pensaba.

Ni siquiera lo pensé. Me había reprimido las ganas desde que me lo había cruzado aquél día en el bosque, cuando ni siquiera era parte del grupo. Puse mi mano en su nuca para atraerlo a mí y besarlo, yo di el primer paso, pero fue él quien se encargó de hacerlo más profundo.

Cuando nos separamos él me miró fijamente. Sus ojos azules ya no parecían tan fríos. Era como si hubiera recuperado al Daryl que conocía.

 Nos acostamos en la cama, acurrucados. Él acariciaba mi pelo y yo dibujaba círculos imaginarios en su pecho con mi dedo índice.