ZET (The Walking Dead Fanfic)

11. WHO YOU ARE

11. WHO YOU ARE

-Júrame que jamás se lo dirás, que nadie más de aquí lo sabrá  -Lori afirmó con la cabeza. Con esto dimos por finalizada la conversación. Ambas nos habíamos dicho cosas importantes. Secretos que aunque quisiéramos ocultar para siempre, tarde o temprano acabarían descubriéndose- 

Los que buscaban a Sophia habían acabado por el día, ya que comenzaba a oscurecer. Comencé a preocuparme por los que habían ido a buscar a la hermana de Maggie, estaban tardando demasiado. Si algo les pasaba, sería mi culpa, yo tendría que haber ido, yo era quien le había prometido a Maggie que traeríamos a su hermana.

Estaba en la puerta sentada, ansiosa por verles llegar y saber que todos estaban bien. Noté que alguien se sentaba a mi lado, giré la cabeza y encontré a Carl.

-Me recuerdas mucho a mi profesora de matemáticas –confesó- aunque tú eres más guapa –sonreí ante aquel piropo inocente- Fue uno de los primeros caminantes que vi –admitió. Me quedé de piedra con aquello. Entonces entendí la preocupación de Lori por Carl. Este nuevo mundo no estaba hecho para niños, era demasiado duro-

-Carl, quiero que me prometas algo, que jamás olvidarás quien eres, quienes son tus padres y lo mucho que ellos hacen por ti –el niño afirmó con la cabeza y me ofreció su meñique, yo no dudé en entrelazarlo con el mío- Eres un buen chico –despeiné un poco su pelo-

-¿Crees que encontraremos a Sophia?

-Sí, sé que ella está escondida por algún sitio, sé que está asustada, pero que está esperándonos para que la rescatemos… -dije muy segura. De verdad quería creerlo, pero el tiempo pasaba y las posibilidades de encontrarla eran cada vez menores-

-Gracias –me dijo-

Como diversión, poco después, Carl y yo jugamos al “veo veo”, pero el juego duró poco, pues era poco lo que nos rodeaba.

Cuando ya se había hecho completamente de noche, decidí dejar de esperar e ir a hablar con Rick. Algo debía de haberles pasado, tardaban demasiado.  Rick no quería que más personas fueran al pueblo, no quería poner más vidas en peligro, por lo que no pude hacer más que volver al porche y esperar.

Esa noche yo me encargaría de hacer la vigilancia. Sabía que aunque quisiera, no podría dormir en toda la noche, al menos haría algo productivo.  

Caminaba de un lado a otro, dando vueltas en mi cabeza a tantas cosas. Si algo me había provocado unirme a este grupo, era sin duda dolores de cabeza. Muchos.

-Acabarás haciendo un agujero en el suelo si no te estás quieta –dijo Dale, sorprendiéndome-

-Estoy preocupada por Glenn, Shane y Otis, ya tendrían que haber vuelto

-Lo sé, pero estarán bien… No tienes por qué preocuparte, esto era lo que tenían que hacer. No podíamos permitir que esa chica se quedara sola

Sonreí ligeramente, me alegraba saber que no era la única que pensaba así. Dale me hizo compañía un rato, pero luego se fue a su caravana a dormir.  Me pregunté cómo sería su vida antes de esto, si se habría casado, si tuvo hijos…

Sería sobre medianoche, cuando oí el ruido de un motor. Debían de ser ellos, rezaba por que lo fueran. Empuñé mi arma por si acaso y me puse en posición, pero me relajé cuando reconocí el coche de Shane.

El primero en bajar del coche fue Glenn, corrí hacia él y lo abracé fuertemente. ¡Cómo me alegraba poder hacerlo!

-¿Estás bien? –Pregunté-  ¿La habéis traído?

-Sí –dijo. No hizo falta que dijera la segunda respuesta, upes vi que la chica bajaba del coche. Era rubia de ojos claros, lo contrario a su hermana- La llevaré con su padre –me dijo, yo afirmé-