49. VIEJO AMIGO

8.5K 503 149
                                    

49. VIEJO AMIGO

Dos días de recuperación no fueron suficientes para mí, a penas la herida de mi pierna había sanado, pero al menos, los mareos habían disminuído considerablemente. En mi cabeza no cabía la opción de no encontrarnos con el Matador o alguno de sus hombres. Quería acabar con esto lo antes posible, fuera como fuera.

-¿Estáis seguros que ir solos es la mejor opción? -preguntó Michonne. Daryl y yo nos cargábamos con algunas armas, algo de comida y agua- Yo puedo acompañaros...

-Todo irá bien -dije- Nos las arreglaremos...

-¿De verdad? -Esta vez habló Glenn, con su mano derecha señaló mi pierna- Eso sigue sin tener buena pinta -Glenn miró a Daryl, con la esperanza que él hiciera algo para impedirme ir, pero Daryl simplemente no dijo nada-

-Estoy lista -dije-

-Espera LeeAnna -me llamó Carol- No te dejes esto, no sabemos si puede hacerte falta -Carol me entregó mi catana. Merle debía haber cargado con ella también cuando me trajo hasta aquí. Simulé una pequeña sonrisa para Carol, realmente agradecía que me devolviera mi preciada arma, pero me costaba mucho ser simpática con ella-

Me despedí de Glenn con un abrazo y de Maggie con un beso en la mejilla. Los demás tan solo me miraron con preocupación.

Rick y Daryl salieron primero, ellos iban hablando en susurros, trabajaban bien juntos. Sin duda alguna, si todo iba bien en la prisión era por el buen entendimiento de ambos. A la última persona que miré antes de salir fue a Carl, quien tenía el ceño fruncido, quizás para evitar llorar en ese momento. Él había dejado muy claro que no le gustaba que nadie saliera de la prisión, era como “romper el grupo”, decía; y en realidad tenía razón. Nos separábamos y eso de alguna forma, podía hacernos más vulnerables.

Me despedí de Rick y le pedí que en ningún momento bajara la guardia, Daryl y yo intentaríamos arreglaro, pero las cosas podían torcerse. Finalmente, le rogué que cuidara muy bien de Carl y la pequeña pateatraseros.

Mientras algunos distraían y mataban caminantes, Daryl y yo salimos de la prisión corriendo y nos adentramos al bosque. No quise mirar atrás, no quise sentir que me arrepentía de haber salido de allí. Tenía que estar segura que había tomado la decisión correcta.

Empuñaba mi catana y Daryl estaba preparado por si tenía que disparar con su ballesta en cualquier momento. Pensaba en el largo camino que nos quedaba hasta Charming Town, pero sobre todo, en lo que podía esperarnos allí. ¿Cómo sería el Matador? ¿Con cuántos hombres contaba? ¿Qué querría de mí?

-¿En qué piensas? -me preguntó Daryl- No hay nada de qué preocuparse...

-Sabes que eso es mentira. Tenemos muy pocas posibilidades de que esto salga bien, que regresemos a la prisión ambos con vida -bufé- Dime, ¿Qué plan tenemos? Ninguno, tan solo vamos allí para acabar con quien nos encontremos, pero ¿Y si son demasiados? ¿Y si no podemos con ellos? ¿De verdad esto vale la pena? -pregunté.

-No sé por qué, pero tengo el presentimiento que cuando lleguemos allí nos llevaremos una sorpresa.

-¿Qué tipo de sorpresa? -pregunté extrañada. No pensaba que Daryl fuera de esos que se dejaran llevar tanto por sus presentimientos-

-No sabría cómo explicártelo... -mientras Daryl habló, yo pisé sobre una roca húmeda y me caí al suelo. Sentí un fuerte dolor en la pierna, y entonces la miré. -¿Estás bien? -preguntó mientras yo tocaba la herida de mi pierna, tan solo tenía una pequeña mancha de sangre, por lo que debía de haberse abierto un poco-

-Sí, joder, estoy de puta madre -contesté de muy mal humor. Tomé un respiro y me intenté relajar- Lo siento -dije finalmente-

Daryl me ayudó a levantar del suelo y me preguntó si quería volver a la prisión, pero teníamos que seguir adelante. Rompí la manga de mi camiseta e hice un torniquete en mi muslo, con eso aguantaría un poco más

ZET (The Walking Dead Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora