13. HIJA DEL PREDICADOR
-Rick, ¿podemos hablar? –pregunté, él afirmó y vino conmigo- Necesito poder confiar en ti, y que tú confíes en mí –Dije cuando estuvimos a solas- Creo que debes saber quién soy realmente…
-¿de qué estás hablando Dakota?
-No me llamo Dakota, ese nombre lo inventé cuando nos conocimos. Mi nombre es LeeAnna Bood. Si os mentí, es porque no estoy orgullosa de quien soy.
-Pero… ¿por qué? –Preguntó Rick-
-Rick, mi padre es Jeremy Bood
-¿Jeremy Bood? ¿El vicepresidente? Pero… Dijeron que su hija había muerto, fue muy sonado… no se oía nada más que eso en las noticias
-Pues no morí, tan solo me fui de casa -con el reverso de mi mano atajé una lágrima que cayó- Mi padre no es como todo el mundo cree… no. Recuerdo que su cara fue lo último que se vio por la televisión. Es tan probable que él tenga la culpa de todo esto… ¿Cómo voy a estar orgullosa de ser LeeAnna Bood? Él era el predicador, el parecía tener la respuesta de todo, pero no es así.
-Y por eso cambiaste tu nombre…
-No os conocía, no sabía si podía fiarme de vosotros. Ya intentaron matarme por ser quien era, como si yo tuviera la culpa de algo.
-Lo entiendo perfectamente, pero para nosotros eres Dakota, no nos hace falta más –Rick me sonrió, pero borró la sonrisa- ¿Quiénes saben esto? –pregunto-
-Daryl, obviamente, y Shane… pero no sé cuántas mentiras ha podido decirle Daryl sobre mí. –Suspiré- Yo solo huí de casa e intenté tener una vida normal. No he hecho mal a nadie.
-Eso ya es pasado ¿vale? Aquí no vamos a juzgarte –Rick me mostró una pequeña sonrisa-
-Gracias –susurré-
Sentía que tenía un peso menos sobre mis hombros, me había liberado un poco. Volví a la habitación de Daryl, me asomé pero Carol seguía allí.
-No, espera Dakota –me detuvo Carol- quédate con él. Le hace bien tenerte cerca, lo sé… Cuando llegué le había bajado la fiebre, pero estando conmigo le ha vuelto a subir…
-No es por mí, Carol. Tienes que volver a mojarle los calcetines con agua y vinagre.
-Esa es la respuesta científica, pero no la emocional…
Y sin más, Carol se fue. Me encargué de bajarle un poco de nuevo la fiebre a Daryl. Me senté en el sillón que estaba al lado de la cama y me quedé mirándolo. No parecía el, con esa cara tan relajada, sin malos humores, estando tan quieto.
-Era más fácil odiarte cuando no te veía todos los días… -le dije- Joder, Daryl, había conseguido no pensar en ti cada día, había llegado a olvidar que un día exististe. ¿Por qué has tenido que aparecer de nuevo?
Me levanté de la cama furiosa. Había tenido el valor de abrirme a él y no obtenía respuesta suya. Di un fuerte golpe en la cama, justo al lado de su mano.
-Vamos Daryl, ¿no eres tan macho? Pues levántate y da la cara, hazlo al menos esta vez.
Comencé a llorar al ver que no se movía. Me senté en la cama, tomé su mano y la apreté fuertemente. Necesitaba que él me devolviera la fuerza que yo daba. Lo miré, seguía exactamente igual, no se le había movido ni siquiera un pelo.
<<Estaba harta de aquel lugar, pero al menos me daba de comer y me ayudaba a pagar el pequeño apartamento en el que vivía. Tan solo tenía que esperar quince minutos más y podría cerrar el bar y marcharme a casa. Maldije el momento en el que alguien entró al bar. Deseé con todas mis fuerzas que solo necesitara entrar al baño o quizás usar el teléfono, pero no, se acercó a la barra.
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ZET (The Walking Dead Fanfic)
Fanfiction-Esto tiene que ser una broma... -Dije con un fastidio notorio- Habría preferido que fueras un caminante... -No puede ser cierto, tú no puedes estar delante de mí... -dijo completamente confundido- Solté una pequeña risa cargada de prepotencia. El...