ZET (The Walking Dead Fanfic)

44. INTUITIION

44. INTUITION

Me inquieté al verme sola y atada. Mi pierna estaba vendada y al parecer la herida cicatrizaba, ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado con Merle? ¿Cómo había llegado hasta allí? Necesitaba respuestas.

Me removí, intentando deshacerme de los agarres, pero aquello parecía ser la cama de un psiquiátrico. Oí pasos a lo lejos e inmediatamente cerré los ojos y me hice la dormida. Si hasta ahora no me habían hecho algo, quizás era por mi estado de inconsciencia, eso era lo que me había mantenido a salvo hasta ahora.

Escuché pasos a mi alrededor, no serían más de un par de personas las que me acompañaban, intenté no mover ni siquiera los ojos, pero era demasiado complicado.

-Tiene mejor aspecto -oí una voz masculina-

-Pero no creo que haya despertado todavía, conociéndola habría luchado hasta conseguir desatarse... y lo habría conseguido. No creo que tarde mucho en hacerlo. -Dejé a que aquél otro hombre acabara su frase. ¿Había oído bien? ¿Conociéndome? Y es que debía reconocer que su voz me sonaba terriblemente familiar.

Decidí abrir los ojos de golpe, encontrándome a un hombre de color, de no más de 35 años y frente a él a nada más y nada menos que Hershel.

El hombre de color rápidamente me apuntó con el arma, pero yo desvié la mirada al otro presente en la habitación. Estaba completamente asombrada por verle. Sin duda esto no parecía ser la prisión y dudaba que Merle me hubiera traído hasta aquí por voluntad propia. ¿Qué demonios había pasado?

El hombre de color bajó el arma y miró a Hershel, quien salió de la habitación sin decir nada.

-¡Espera! -intenté detenerlos, pero no sirvió de nada- ¡Por favor! -pedí-

Aquella reacción me enfadó mucho y comencé a revolverme nuevamente en la cama, pero poco conseguía hacer. Comencé a gritar el nombre de Hershel, pero no obtuve respuesta, seguidamente pasé a gritar el de Merle. ¿Dónde demonios estaba? ¿Qué había pasado con él?

No sé exactamente cuánto tiempo pude estar a solas en aquella infernal habitación. Comencé a sentir hambre, ¿Cuántos días llevaría allí? Probablemente un par.

Oí nuevamente pasos afuera y todo mi cuerpo se tensó. Me sentía indefensa, hambrienta y bastante débil, deseaba salir de allí y volver al bosque, por muy raro que pudiera sonar; pero así era. Al menos en el bosque podía defenderme yo sola, podía cazar y alimentarme, podía huir si no me seguía segura. Podía ser yo.

La puerta se abrió y nuevamente entró Hershel pero esta vez vino acompañado de Carol. Ambos se acercaron a mí, tenía la esperanza de que me soltaron, pero su actitud distante me hizo darme cuenta de la realidad: Ellos ya no me consideraban parte del grupo, era una desconocida a la que debían temer, una intrusa.

-¿Cómo te sientes? -me preguntó Carol-

-Estaría mejor desatada, pero por lo que veo no lo vais a hacer; y tengo hambre -apuré a decir antes de que ellos se miraran-

-Te daremos algo de comida, pero últimamente escasean mucho los víveres -Habló Hershel-

-¿Dónde está Merle? ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Dónde se supone que estoy? -comencé a preguntar, temía que se marcharan de nuevo sin darme respuestas. Que precisamente fuera Carol la que estuviera allí y de la que dependiera mi vida no me gustaba. Precisamente ella no.

-Merle te trajo una noche, estabas malherida, tu pierna sangraba mucho y tenías mucha fiebre - “Una infección”, pensé- Le prometimos cuidarte y se marchó