39. HOUSE OF PAIN
-¿Tú dónde vas a ir? -preguntó Sasha preocupada-
-Tengo que salvar el culo de quien salvó el mío –dije muy decidida-
Tras indicarles qué camino debían seguir para llegar pronto a la prisión, comencé mi nueva aventura: tenía que encontrar a Merle. Si tras caer Woodbury, Merle no se había aparecido por la prisión para buscar a Daryl y largarse era porque algo le debía de haber pasado. Pensaba en las tantas cosas que el Gobernador podía haber hecho con Merle mientras mis piernas se movían rápidamente a través del bosque.
Sabía que Merle era un tío duro, que aguantaría mucho, pero no era invencible, ninguno lo éramos, y mucho menos en este mundo. A pesar de todo me llenaba de esperanza lo que repetía Daryl: Dale a Merle un martillo y cagará clavos. Sin duda eso conseguía definir lo fuerte que podía llegar a ser.
Me detuve cuando vi a lo lejos una gran horda de caminantes venir hacía mí, podían ser fácilmente unos treinta o cuarenta. Demasiados para mí sola. Me encaramé a un árbol antes de que aquellos mordedores pudieran percatarse de mi presencia. Pasaban todos bajo mis pies, sin darse cuenta que yo estaba tan cerca de ellos, una ventaja de que se movieran por estímulos.
Recordé cuando había conseguido salvar a Sophia el día que no me habían aceptado en el campamento y pensé sobre lo diferente que habría sido todo si la pequeña no hubiera llegado hasta mí pidiendo ayuda. Ahora no estaría tan herida por dentro.
Decidí esperar sobre aquél árbol hasta que amaneciera. Sería inútil seguir avanzando en la oscuridad, era un riesgo verdaderamente innecesario. Me recosté sobre el grueso tronco, entrelazando mis piernas con las ramas para sujetarme. Estaba realmente cansada, notaba las piernas pesadas y corazón latir a mil por hora. Cerré los ojos e intenté relajarme un instante.
<Sonreí al abrir los ojos, él seguía junto a mí un día más. Desde que todo había comenzado habíamos vuelto a ser nosotros mismos, aunque pareciera imposible.
-Ya es de día fuera... –murmuró aún con los ojos cerrados-
-Hoy no saldremos –Anuncié, pero más bien era una petición, aún no estaba preparada para pisar nuevamente la calle. Aquellos monstruos me asustaban demasiado, me sentía tan débil frente a ellos. Necesitaba recuperarme aún de nuestra última aventura fuera- lo haremos mañana… puede que hoy llueva.
-No nos queda comida, tenemos que hacerlo…
-Podremos aguantar una noche más sin comer. Por favor –supliqué- Hoy no, hoy quedémonos aquí, juntos.
Preston afirmó con la cabeza y besó mi frente. Me aferré aún más a él, a nuestro fuerte abrazo. Pensé en cómo saldríamos de esta, cómo conseguiríamos sobrevivir al fin del mundo, cómo seríamos nosotros el futuro de la humanidad pues mi cabeza no concebía la idea de que alguno de los dos muriera, o se convirtiera en un monstruo. No podría soportar perderle. Cerré los ojos intentando borrar esas ideas de mi cabeza, obteniendo también, como consecuencia, quedarme dormida sobre el pecho de Preston.
Me desperté sobresaltada, había tenido una extraña pesadilla con gente de mi pasado que me había obligado a olvidar. Estaba muy nerviosa. Al abrir los ojos me percaté que estaba sola en la habitación. No, Preston no podría haber salido solo. Me levanté de la cama rápidamente y lo busqué en el baño, en el salón, en la cocina… no había rastro de él.
-¡Dios! Preston... –maldije- ¿Por qué lo has hecho?
Sabía que hablaba sola, pero muchas veces lo hacía, era una buena forma de desahogarme. Me acerqué a la ventana que daba a la avenida principal, muchos monstruos deambulaban sin sentido alguno, sin rumbo alguno por allí. Tomé un fuerte respiro, y comencé a mirar las caras, tenía miedo de ver la de Preston por ahí. Reconocí a la vecina del cuarto piso, era una señora muy amable, aunque esa amabilidad ya se había acabado.
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ZET (The Walking Dead Fanfic)
Fanfiction-Esto tiene que ser una broma... -Dije con un fastidio notorio- Habría preferido que fueras un caminante... -No puede ser cierto, tú no puedes estar delante de mí... -dijo completamente confundido- Solté una pequeña risa cargada de prepotencia. El...