.21. I .

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Las semanas pasaban y con ellas también aquella forma cruel de ignorarnos. Pasar por su lado que sus ojos no se posaran en mi o quizás alguna cruel broma no saliera de lo más profundo de su ser, me rompía lentamente.

Aun así, Fernando avanzaba y me hacía sentir bien, pero nada era lo mismo sin aquella sonrisa de niño y su simple voz llamándome "niña estúpida".

- ¡Hope! – Jenni se acercaba a mí en el pasillo de aquella universidad.

- Hola, Jenni. – sonreí sin animo.

- ¿Cómo te encuentras? – comento mientras me abrazaba por los hombros

- Bien. – sonreí sin ganas.

- ¿Iremos al bar el día de hoy?

Había olvidado por completo que hoy era viernes. Hice una mueca de tristeza ya había quedado con Fernando.

- Hope... – bufo enojada parando su caminar – hace varias semanas no sales con nosotros.

- Lo siento Jenni es que, con Fernando, ya hicimos planes. – murmure triste observándola fijamente.

Fruncí el ceño y observé el pequeño suceso que se presentaba frente a mí. Villa sonreía tan dulcemente con una ¿Chica?

- ¿Qué es lo que tiene en la cara? – pregunte curiosa, Jenni volteo a ver aquella escena.

- Am ¿nada? – su tono de voz era de confusión.

- ¿Nada? – fruncí el ceño observándola – eso que tiene ahí en el rostro que muestra sus dientes asquerosos y...

- Esta sonriendo, Hope. – comento sin más.

- ¿Sonriendo? ¿Villamil en ese estado? ¿Qué clase de bruja puede lograrlo? - fruncí el ceño, por dentro mío solo había malestar.

- No es una bruja Hope... – rio levemente – se llama Gabriela.

- ¿Gabriela? – fruncí el ceño observándola - ¿La conoces?

- Y si no te hubieras encerrado en tu relación con Fernando hasta estarías de buenas con ella. – sonrió.

No estaría de buenas con esa chiquilla que le sonreía como si fuera una prostituta barata. Iba a ir directo a ellos, ansiaba saber que era ella de él. No podía manejar aquella forma de malestar dentro mío.

- ¡Hope!

Me detuve en seco cuando Fernando se interpuso en mi camino, se estaba convirtiendo en el día de hoy en aquel sujeto despreciable. Pude observar sobre su hombro que Villa volteaba a observarnos, nerviosa me puse ya que su sonrisa de desvaneció por completo y se endureció su rostro, pero aun así no hizo más que voltear y alejarse junto con la tal Gabriela.

- Hola, Fer... – susurre, esta vez no sentía emoción por verlo - ¿Cómo te encuentras?

- Muy bien ahora que te veo. – sonrió y se acercó a mí para depositar un beso en mis labios.

- No, Fer, aquí no – comente molesta, no quería dar que hablar a la universidad.

El solo frunció el ceño molesto.

- ¿Qué es lo que te molesta tanto Hope? – murmuro en tono molesto.

- No quiero que hablen de nosotros. – confesé.

- Pues ya lo hacen. – comento sin más – No es eso – negó observándome fijamente – ¿Es Villamil?

- ¿Qué? – fruncí el ceño confundida - ¿de qué hablas?

- Es lo único que se me ocurre. – articulo molesto.

- Deja de lado esas ocurrencias...

- Lo siento Hope. – murmuro.

Fruncí el ceño confundida, Fernando se comportaba por ahí un poco extraño y eso me incomodaba totalmente.

- Está bien. – susurre aun con aquel semblante.

- Oye, esta noche iremos al cine ¿No?

- ¿no quieres cambiar de plan?

Tenía una idea y de paso saldaría aquel problema con Jenni sobre mi ausencia notable en aquellas salidas grupales.

- ¿Cuál sería tu idea? – elevo su ceja intrigado.

(...)

- ¿Este era tu plan? – susurro en mi oído una vez que ingresamos al bar.

- La pasaremos muy bien. – sonreí.

Camine segura hacia la mesa en donde se encontraban Simón junto a mi hermana, Jenni e Isaza, Martin y Erick riéndose.

- ¡Hola muchachos! – sonreí tomando asiento.

- ¡Hola corazón!, te tardaste... – comento Martin – y hola Fernando.

- ¡Ey! – hizo una mueca no muy agradable.

- ¿Puedes simplemente pasarla bien? – murmure para él.

- Sabes que mi plan era otro. – frunció el ceño con el mismo tono.

- ¡Muchachos!

El solo abrió los ojos sorprendido y nerviosa me puse cuando pude ver su silueta frente a mí. Se encontraba vestido tan malditamente sexy, con esa remera gris, su chaqueta oscura y su pantalón beige. Odiaba a Villamil por hacerme sentir tantas cosas sin que lo supiera.

Sus ojos verdes se posicionaron en mí y aquella sensación de nerviosismo se apareció. Fernando tomo mi mano y el ojiverde solo volteo su vista hacia otro lado, a su costado precisamente en donde aquella mujer se encontraba con una sonrisa.

Me sentí indefensa y tan estúpida cuando ella solo tomo de su brazo para llevarlo a sentarse al lado de Isaza.

La charla entre todos había comenzado y hasta Fernando se había sumado a ella. Pero me encontraba en silencio frente a Villa, quien también se encontraba de la misma manera.

- ¿Qué les sucede a ustedes dos? – Simón pregunto intrigado observándonos a ambos.

- Nada. – ambos murmuramos.

- ¿Nada? – frunció el ceño – eso no es una contestación.

- ¿Disculpa? – eleve mi ceja desafiándolo – ¿desde cuándo tengo que darte a ti explicaciones?

- Desde que soy tu cuñado ¿o acaso siempre lo olvidas Lee?

- ¿Y qué esperabas Simón? Si es una niña tonta. – bromeo Villa.

- ¿Qué acaso no era una niña estúpida? – fruncí el ceño.

- Pues si así lo quieres... – movió sus hombros como si nada – eres una niña estúpida. – me observo fijamente.

Todos comenzaron a reír, sobretodo aquella mujer que no me caía para nada bien. Observe a todos, mi hermana era la única que se encontraba seria. Me sentía indefensa frente a todos porque ahora que Villa me trataba tan fríamente algo de mi fuerza se había desvanecido.

- Y tú eres un imbécil.

Me hinque rápidamente de la mesa, todos se habían quedado en silencio mientras que yo solo caminaba directamente hacia el baño del lugar, alejándome un rato de todos. 

KARMA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora