.34.

852 76 17
                                    

Juan Pablo.

Tragué saliva cuando vi salir a Hope del aula. Quería ir tras ella, quería abrazarla y besarla, pero simplemente tenía algo en el pecho que me dolía y era mi padre, su regreso y su maldita capacidad de hacerme sentir otra vez con esa ilusión de que volvería todo a ser como antes.

No iba a pasar.

Jamás volvería a ser aquel niño que era y aunque me cueste aceptarlo tampoco sería lo mismo ahora que había alejado a Hope de mí.

Suspire negando mientras rascaba mi frente agotado intentando no llorar.

- ¿Qué sucedió con Hope?

Eleve mi mirada hacia Simón que se encontraba parado confundido observándome. Negué nuevamente y volví a mi lugar para seguir leyendo los trabajos prácticos. No me apetecía hablar con nadie, menos con el que era su amigo y a la vez, la voz de mi conciencia cuando se lo proponía.

- Le hice una pregunta.

Vi que su presencia se posiciono frente a mi tomando asiento en el sillón del frente. No veía la hora de desaparecer de aquí.

- ¿Qué quieres que te diga? – vire mis ojos hacia él.

- La verdad. – enarco una de sus cejas, con seriedad.

- Nada. – dije sin más, por dentro me estaba doliendo todo.

- ¿Nada? – confundido me observo – Hope se fue llorando de aquí y estuvo así todo este fin de semana. Tú te encuentras raro y también a punto de llorar ¿quieres que siga?

- No. – murmuré y volví mi vista hacia los trabajos prácticos.

- ¿puedes, aunque sea, mirarme por más tiempo? – hablo algo alterado – No creo ser tan feo, Papo.

Tire los papeles frente a la pequeña mesita ratona que nos separaba y eleve mi vista hacia el apretando mis labios con fuerza.

- Bien, gracias. – sonrió – Ahora quita esa cara de cerdo enojado porque no tengo ganas de tolerarte así.

- Entonces vete. – sugerí señalando la puerta – Porque esta es mi cara el día de hoy.

- Dime que sucedió. – suplico.

- No te darás por vencido, ¿verdad? – irritado pregunte.

- No. – negó con gran seguridad.

Suspire rendido, tenía que decirle ahora o terminar por enfurecerme con el también.

- Mi padre volvió. – susurre tirándome hacia atrás.

- ¿Qué? – sorprendido hablo.

Asentí sin observarlo, no quería que viera a través de mis ojos cuanta tristeza y furia me provocaba todo esto.

- Pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde lo viste?

- En casa de Hope... – susurre elevando mi mirada hacia él.

Su expresión no había cambiado. La sorpresa que emanaba hasta sus ojos me dejo en claro que se encontraba con esa misma idea que yo cuando lo vi.

- Pero ¿Qué hacía ahí?

- No lo sé Moncho, no tengo ni idea. – suspire – Hope sabía que él había vuelto y...

- ¿Qué? – me interrumpió - ¿Hope saber de eso? Creo que estas mezclando todo Villa, lo de tu padre y ella.

KARMA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora