.12. I . segunda temporada

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Observe a Nina desde el marco de la puerta de la habitación que mi papa le había hecho para cuando quisiera volver. Jamás lo hice y esa decisión, había sido siempre la mejor opción. Sonreí cuando se terminó de acomodar en su cama y me observo.

Caminé hacia ella y me senté a su lado. Bese su coronilla con lentitud.

- ¿te portaras bien? – murmure mientras la abrazaba con fuerza.

- Si, mami. – aseguro – además, la abuelita nos cuidara muy bien.

- Ay, no quiero dejarte. – la abracé aún más fuerte contra mí – Pero ya quedé con tu tía Nath y con Jenni.

Bese su coronilla mientras ella solo se acomodaba en mi pecho unos minutos.

- Mami...

- Humm – observe el techo mientras esperaba que me dijera que le sucedía.

- ¿Es verdad que el hombre de la bolsa se lleva a los niños que no se bañan? – susurro asustada.

- ¿Quién? – fruncí el ceño con confusión.

- Si, villa, me ha dicho que si no me bañaba el hombre de la bolsa me llevaría y no quiero que me lleve.

Inhale y exhale molesta frente a eso. ¿Cómo podía ser que asustara así a la criatura? Ya me escucharía, lo mataría con mis propias manos.

- Claro que no, mi amor. El hombre de la bolsa no existe. – la observe unos minutos.

- ¿de verdad? – susurro asustada.

- Claro que no. Y si es verdad que existe, pues le daremos a Villa para que se lo lleve. – bromee.

Ella rio levemente.

- Me cae bien. – confeso.

- ¿te cae bien? – abrí mis ojos con sorpresa.

- Si, y ¿sabes? Me gusta mucho para ti. – sonrió arrugando su nariz con ternura.

Me quede en silencio frente a esa confesión, Nina comenzaba a querer a Villa y a mí el miedo me recorría de pies a cabezas.

- Mi amor, villa tiene su vida... como nosotras la nuestra. – suspiré y la volví a abrazar contra mí.

- Pero, se verían lindos juntos, además, a papa no le molestaría que te volvieras a enamorar. – jugo con mi collar.

- Claro que no le molestaría, Nina. – asegure – Solo que lo que pides... es imposible.

- Mama, ¿Cómo va a ser imposible? – hablo con obviedad.

- Porque villa ya tiene su vida, Nina. Se encuentra con otra persona y...

Aunque yo lo quisiera, el quería a Gabriela.

Aunque yo lo quisiera, me había lastimado.

Y aunque yo lo quisiera, había cosas que nos separaban aún más.

- ¿y? – pregunto impaciente.

- Y yo me encuentro bien así. – confesé – Y ahora, es el fin de las preguntas. Es hora de dormir.

Me levante de su cama y la acurruque un poco más. Bese su coronilla con lentitud, no podía creer que ella pidiera por el cuándo no debía hacerlo. Sonreí acomodando su cabello, era tan hermosa.

- Te amo, mi amor. Cualquier cosa, la abuelita me llama y vendré por ti.

- Te amo, mami.

KARMA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora