.27.

1K 96 13
                                    

Hope.

Camine segura de mi misma por el pasillo de la universidad. Mi reluciente sonrisa hacia que hasta los más populares de la universidad voltearan a verme, pero lastimosamente este estado de ánimo era producto de una sola persona que mantenía su nombre y apellido con mucha dulzura dentro de mi mente.

Deje mis libros dentro del casillero, hoy sería un día inolvidable.

Fruncí el ceño cuando a lo lejos pude a divisar a Isaza también acomodando sus libros. Ese chico me escucharía el día de hoy, jamás habían peleado con Jenni y jamás una pareja tan sólida como la de ellos podía tener un final tan devastador y cruel como este.

- ¡Juan Pablo! – grite detrás de él.

El solo brinco en su lugar y volteo llevándose al pecho su mano, había logrado asustarlo. Sonreí victoriosa, la idea era esa y había funcionado.

- Hope... – susurro - ¿Qué haces?

El solo volteo para continuar lo que estaba haciendo, había perdido su atención y de seguro se venía las estrategias para evitar todo el cuestionario que le haría.

- Quería hablar contigo. – comente poniéndome a su lado.

- Lo lamento Hope, pero estoy muy apurado. – dijo con nerviosismo.

- ¿Apurado? – fruncí el ceño.

- Tenemos clases, ¿lo recuerdas? – dijo obvio volteándose a verme.

- Te recuerdo que vamos juntos. – pellizque su nariz.

El solo suspiro sabiendo que no lo dejaría tranquilo, no hasta saber que había sucedido con él para llegar a una decisión tan drástica.

- Hope, prometo que cuando este mejor te daré las respuestas que quieres saber...

- ¿Cómo sabes que quiero saber algo? – enarque una ceja.

- Porque jamás me hablas por temas de la universidad.

Ambos reímos sonoramente. Este chico me conocía.

Luego de unos segundos el solo frunció el ceño, pero no perdía aquella sonrisa picarona.

- ¿Qué? – pregunte confundida

- ¿Por qué tu rostro tiene un brillo especial hoy?

- ¿Qué es lo que dices, Isaza? – reí nerviosa, este brillo solo lo provocaba una sola persona, un solo hombre.

- Andas rara. – aun no perdía aquella extraña faceta picarona.

- Estoy feliz, pero eso no es lo que nos compete Isaza. – fruncí el ceño al final de la oración.

El solo suspiro y negó.

- ¿Qué sucedió? – susurre.

- Solo quiero decirte que quiero mucho a Jennifer, se merece que la quieran y mucho

- Pero tú la quieres... – comente sin más.

El solo se quedó en silencio observándome, ¿Qué sucedía con él?

- ¿Qué onda chicos? – Martin aparecía a nuestro lado –Isaza, ¿podemos hablar? – dijo antes de que pudiera contestar.

- Sí, claro. – nervioso viro sus ojos entre ambos – Hope, luego hablamos ¿sí?

- Claro... – conteste, no muy segura.

Martin beso mi mejilla y ambos desaparecieron por aquel largo pasillo. Algo extraño sucedía y lo más curioso es que sentía que ambos sujetos estaban involucrados. Por un momento pensé que tenía que hacer, quizás buscar a Villa que aún no había tenido la oportunidad de verlo, pero recordé que por ser otra vez miércoles teníamos con el profesor Gilbert y por lo tanto vería a mi adorado profesor.

KARMA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora