Hope.
El lobo me acorralo contra aquella puerta de madera evitando mi salida, tirando mí una salvación lejos de mí. Sonrió con malicia, una de sus manos tomo de mi cuello y tirando de mi cabello hacia atrás beso mi cuello con ferocidad.
Cerré mis ojos con fuerza, comenzaba a entrar en pánico. Quería salir corriendo, pero no tenía escapatoria y tampoco ayudaría así a que saliera de aquel cuarto oscuro si no me sacrificaba por el bien de la manada.
Comenzó a bajar por mi cuello hasta llegar a mi pecho, se separó con aquella sonrisa de victoria.
- Por favor. – suplique con mis lágrimas como bandera.
Llevo sus manos al inicio de mi remera y me obligo a subir los brazos para quitarla.
- Te prometo que lo vas a disfrutar tanto que vas a pedir más. – comento tan seguro de sí mismo.
- Por favor, Fernando. – cerré mis ojos fuertemente.
Él se volvió sordo a mis suplicas, me empujó hacia la cama y subiéndose sobre mi comenzó a romper cada una de las prendas que me cubrían. Mis lágrimas me ahogaban, aquellos pedidos de súplica se ahogaron en su mano contra mi boca y dentro de aquella habitación mientras el lobo devoraba todo a su paso.
Quería escapar, correr hacia el país de nunca jamás donde esto no me persiga. Golpee su pecho con fuerza, volví a mis suplicas, mis lágrimas ni siquiera hicieron que se apiade de mi dignidad e integridad que se rompía, se caía a pedazos dentro de aquel cuarto.
- ¡Hope!
Sentía que me somarraba de un lado a otro en aquella cama y no tenía piedad.
- ¡Hope, despierta por favor!
Abrí mis ojos con miedo, mi pecho subía y bajaba mientras que rápidamente abracé al primer cuerpo que se encontraba a mi lado. Mi llanto se intensifico, no había sido un sueño. Fernando me había violado, lo había permitido y todo por él.
- Hermana... – susurro preocupada Nath,
Sentí como acariciaba mi espalda preocupada mientras que todo salía dentro de mí, menos aquel sentimiento de asco. El sentimiento de haber perdido todo dentro de mí.
Inhale y exhale para observarla, ella corrió todos mis mechones marrones lejos de mis ojos para poder observarme fijamente.
- ¿Qué sucede? – murmuro con angustia.
- Fernando... – un hilo de voz salió dentro de mí.
El miedo me invadió, negué rápidamente y terminé por llevar mis piernas hacia mi pecho para acurrucarme. Escondí mi rostro y comencé nuevamente a llorar. Si esto salía de mí, quizás Villa volvería a caer preso. La familia de Fernando era muy poderosa y no quería que por esto nuevamente comenzara la guerra.
- ¡Esperanza! – suplico desesperada – si no me dices que sucede no puedo ayudarte.
Negué aun sin observarla.
- Tendré que llamar a Villa...
- ¡No!
Rápidamente la detuve, tomé de su brazo antes de que intentara levantarse de mi cama.
- No, por favor... - murmure – no hace falta que lo molestes.
- ¿Me dirás? – me observo fijamente – hace dos días que no sales de aquí y estamos todos preocupados por ti, tienes fiebre y pesadillas constantes.
Frunció el ceño, trague saliva.
- Esto no es normal, Hope. – murmuro acariciando mi mejilla - ¿Qué sucede?
- Solo... – murmure aun con miedo.
- Somos hermanas, ¿no es cierto? – asentí afligida – Siempre nos contamos las cosas, me cuidaste cuando más lo necesite ahora me toca a mí y quiero ayudarte... – movió un mechón rebelde - ¿tu confías en mí?
Suspiré y asentí bajando mi mirada, parecía una niña de cinco años. Me sentía de esa manera, había perdido una parte de mí que me costaba recuperar. Abrace aún más fuerte mis piernas contra mí.
- ¿Entonces?
Pensé dos segundos, este secreto me estaba consumiendo como un parasito. Lentamente me estaba dejando sin vida.
- El día que la policía se llevó a Villa detenido... – tragué saliva cerrando los ojos intentando contener las lágrimas – fui a ver a Fernando.
- ¿Qué? – escuche un leve sonido salir de su boca
- Ese día... – continúe, mi respiración comenzó a alterarse – ese día, Fernando me dijo que había solamente una manera de que esa denuncia se levantara.
- A ver... – se reincorporo a mi lado y me observo fijamente luego de limpiar mi rostro con sus manos – ¿estas queriendo decirme que Fernando no levanto por si solo la denuncia, si no que tu tuviste que ver en eso?
Asentí avergonzada y tomé fuerzas para continuar aquel crudo relato.
- Cuando le pregunte que era... – nuevamente aquel hormigueo subió por mi garganta – él me dijo que tenía que acostarme con él, pero, aunque me haya negado el simplemente...
- Ay no... – murmuro impactada.
Ella solo me abrazo con fuerza mientras que dentro de mí se rompía todo aún más. No podía controlar la angustia, el asco que me daba haber sido tocada por el por primera vez.
Tenía siempre la esperanza de que aquella vez la disfrutaría como nunca, pero se había convertido en una de mis peores pesadillas, que estaba segura que ni en mil años la iba a poder borrar. Ni, aunque la bloqueara como una cuenta dentro de mi cerebro, ni, aunque le suplicara a dios perder la memoria. este sentimiento se iba a quedar en mi por siempre y tan solo esperaba que Villa jamás se enterara de este crimen porque podía llegar a matarme con su vida para siempre. Perderlo no era lo que quería, aunque en este momento perderme a mí era una gran opción.
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KARMA - Juan Pablo Villamil
FanfictionPero hay otra cosa mas que entender en una historia de amor ; y es la historia de que cada cual es su Karma. Primer temporada Segunda temporada Todos los derechos reservados. QUEDA PROHIBIDA su copia u adaptación, caso contrario (de no haber hablado...