KARMA - Juan Pablo Villamil

.36. segunda temporada

Ingrese en silencio a la habitación, pero me quede apoyado sobre la puerta intentando procesar todo.

Ella estaba ahí, en una camilla y solo la cubría una fría sábana blanca. Trague saliva, mientras sentía como el dolor se apoderaba lentamente de mí. Sentí como mis piernas se debilitaban mientras mis ojos observaban detalladamente como Hope no estaba ahí.

Lentamente camine, mis pasos eran cobardes por el miedo de asumir que ella no volvería. Al estar a una cercanía prudente termine por romper mis rodillas. El suelo sostenía mi cuerpo y el karma me mantenía de rodillas para recordarme todo lo que había hecho mal.

- Dime que esto es un sueño... - suplique – mi amor, por favor, dime que es un sueño.

Eso quería.

- Vamos Hope, sé que te gustan las bromas... pero esta no me gusta. – asegure – Estas jugando con algo muy pesado.

Ella no hacía nada, no pestañaba, su pecho estaba quieto.

- Mi amor... por favor. – volví a suplicar – Por favor, Esperanza. Sé que te he dicho que no me siguieras, que no podía quedarme, pero tú siempre me sigues.... Y... necesito que me sigas.

Espere unos instantes, Hope era de bromear y estaba seguro que lo hacía. Pero, nada. Ella ya no hacia absolutamente nada. Mi mano fue a su rostro frio y sin absolutamente ninguna expresión.

- Necesitaba encontrarte, por eso estoy aquí.

Susurre mientras que en mi pecho una daga se incrustaba con profundidad en mi corazón, rompiendo todo en mí.

- Necesitaba decirte que lo sentía y no solo por abandonarte, si no, por haberte hecho tantas cosas mientras tú estabas a mi lado y siempre me obligabas a volver a empezar.

Mis lagrimas traicioneras comenzaron a caer aún más fuerte, comenzaba a ahogarme en mi soledad.

- Pero siempre caminé en círculos, siempre fui yo y nadie más. – confesé mientras acariciaba lentamente su mejilla – Y tú siempre lo supiste, pero también, tu completabas mi yo y ahora...

Baje mi mirada mientras asumía su ausencia como el trago amargo de un vino pasado. Como el golpe que jamás vi venir.

- Por favor, Hope... - volví a suplicar, la observe unos minutos – Necesitaba encontrarte y decirte que lo siento. Necesitaba encontrarte y decirte que te necesito... te necesito mi amor. ¿Puedes decirme que me amas y que me necesitas?

Tape mi boca ahogando mis gritos de dolor frente a su cuerpo. Tape mi boca ahogando la furia que sentía conmigo mismo, con dios por no escucharme.

- ¿Puedes hacerlo una vez más, por favor? – susurre luego - te lo ruego Hope, esta broma es demasiado pesada para mí, para mi corazón y sé que me merezco que me odies un poco más, pero no puedes irte.

Mi enojo me consumía lentamente, tenía una mezcla de emociones fuertes dentro de mí. No quería sentir odio otra vez, no quería odiarla por irse, pero era lo que me producía verla de esta manera.

- ¡No puedes dejarnos, ¿lo entiendes?! – eleve molesto mi voz – dime algo por favor... te lo suplico, Hope. Seré el hombre que quieres, me quedare contigo aun cuando no lo quieras.... Pero solo vuelve aquí.

Suplicaba con tantas ansias porque me escuchara, porque me viera dolido como un niño. Tome su mano con fuerza y la bese mientras lloraba una vez más por ella. No estaba preparado para sobrevivir una ausencia eterna, no estaba preparado para asumir que ella no estaría jamás a mi lado.

- Me estoy tragando mi orgullo por ti, estoy dejando de ser un imbécil y reconociendo que me merezco el sufrimiento, pero no asumo tu ausencia eterna, ¿lo entiendes? – murmure – si quieres que sufra, tan solo ignórame o si quieres has lo que mejor te sale hacer: bromas pesadas Hope Lee... pero no me dejes solo. Por favor.

Sentía como su mismo nombre se esfumaba por la habitación. La esperanza, era lo último que se perdía, pero yo la había perdido otra vez y lo doloroso de este final era asumir que ella no volvería porque su vida en esta tierra ya estaba hecha.

El Karma tenía la cara de su ausencia.

- ¿debo asumir esto, hope? – susurre observándola unos minutos – ¿debo asumir que esto termina aquí y que no volverás? Dime ¿Qué es lo que estoy pagando? – observe al techo – dime dios... ¿Qué karma estoy pagando? ¿Por qué te la llevaste? ¿Por qué no me dejaste llegar antes? ¿Por qué?

Me quede observándola perdiendo la noción del tiempo. Me sentía derrotado, perdido y ahora debía ser el fuerte porque asumía que tenía que enfrentar a Nina con la verdad. Ahora Hope no estaba aquí para ser quien podía hablar con la voz de la razón, y yo debía dejar de ser el inmaduro que era para ser quien ella quería.

Escuche la puerta detrás de mí y sin moverme espere que quien ingresaba a aquel lugar sagrado en donde solo estábamos ella y yo, hablara.

- Papo... - la voz temblorosa de Simón hizo que observara al frente – debes... venir.

- Estoy con Hope, simón. – susurré y volví a observarla nuevamente.

- Es Nina, Villa.

Trague saliva cuando pronuncio el nombre mi hija. En mi pecho sentí un golpe mi fuerte, no sabía por qué.

- Nina, no... - comenzó a balbucear, pero luego cayo.

- Nina, no ¿Qué, Simón? – suplique que siguiera.

- Nina acaba de sufrir un paro y...

Comencé a negar una y otra vez.

- Lo lamento, amigo. – susurro.

Sentí su brazo en mis hombros mientras intentaba que no me desplomara en el suelo con peso muerto. Todas mis fuerzas se habían acabado, todo lo había perdido y el daño que había ocasionado se multiplico con su ausencia en mi vida.

El vacío en mi pecho se incrementó en segundos, mientras consumía todo dentro de mí. La tristeza y el dolor se adueñaron de mi cuerpo mientras simón me abrazaba con fuerza. El karma se reía en mi cara, disfrutaba verme acabado, disfrutaba mi desgracia porque para él la venganza se servía en un plato frio y el, estaba dispuesto a hacermelo saber pegándome en donde más de dolía: el silencio y la ausencia eterna de Hope y de Nina. 

Se que es corto y lamento mi baja presencia y mi poca originalidad en este capitulo. Ya se acaba karma y no se como sentirme al respecto.  Espero que descansen, las quiero mucho aunque ustedes me odien.