KARMA - Juan Pablo Villamil

.35. segunda temporada

Me levante de aquella silla en silencio quería saber de Hope. Habían pasado horas y yo me había mantenido al lado de mi hija sin moverme de ahí. Me incliné hacia ella a besar su coronilla y luego Salí de la habitación.

Aquel pasillo era aún mar de gente, mucho más que antes. Camine en silencio observando a todos, esperaba verla. Ansiaba encontrarla, pero solo vi a simón junto a Nath. Me acerque a ellos, pero ninguno de los tres dijo algo por unos largos minutos.

- Humm... ¿Cómo esta Nina? – balbuceo Nath.

- Bien, según el médico que la atendió la sedaron por los golpes, pero... está bien. – suspire luego.

Simón suspiro cerrando sus ojos unos minutos. Limpie mi rostro con frustración, necesitaba saber de Hope.

- Creo que iré a buscarla. – hable luego de unos minutos.

- ¿Qué? ¿A dónde iras a buscarla? – Simón me increpaba antes de que comenzara a caminar.

- No lo sé, Simón. – lo observe a los ojos unos minutos – Iré al lugar del accidente, a buscarla porque ella no puede estar muerta.

- Papo, tranquilízate. – suplico – Es mejor que esperes aquí, ya pronto nos dirán sobre todos los que faltan.

- Simón, debo ir a buscarla. – volví a reiterar lo que quería hacer – Debo encontrarla, ustedes solo... quédense aquí con Nina y llámenme si sucede algo.

Camine hacia la salida, pero mis pies se detuvieron y termine pro hacerme a un lado cuando vi como entraban a una mujer en camilla. Estaban haciéndole RCP, en su abdomen tenía una pequeña perforación con un hierro. Los seguí con la mirada y por un instante mi cuerpo también lo hizo.

Mi corazón se paralizo cuando pude reconocerla, era ella. Hope estaba en esa camilla, inconsciente. Corrí tras ellos, necesitaba alcanzarla. Todo sucedía demasiado rápido, el reloj había perdido su capacidad de dominar el momento.

- ¡Hope! – grite a su lado.

- ¡Señor debe alejarse de ella!

- ¡No! – grite enfurecido cuando tomaron de mis brazos.

Las lágrimas comenzaron a caer como si no tuvieran perdón. Quería acercarme a ella y curarla, quería salvarla. Quería hacerlo como debí hacerlo en un pasado.

- ¡Hope, por favor! – volví a gritar mientras veía que se la llevaban a la sala de cirugías.

- ¿Qué sucedió?

Simón y Nath se acercaban con desespero a mí, aquellos enfermeros disminuyeron su agarre y uno de ellos fue a aquella sala.

Intente caminar tras ella, pero nuevamente volvió a tomarme, Simón esta vez intervino.

- Es hope... era hope... - balbucee.

- Señor, por favor, debe quedarse aquí... necesitamos

- Sálvenla... por favor... por favor, hago lo que sea, pero por favor, sálvenla. – comencé a suplicar.

- Haremos todo lo que esté en nuestras manos, pero debe dejarnos trabajar. – comento aquel hombre.

Sentía como mi cuerpo se ponía pesado, mis rodillas terminaron por romperse contra el suelo. Mi espalda tenía una gran mochila pesada, termine por acurrucarme contra la pared. Abrace mis piernas como un niño, mi cabeza no podía quitarse esa imagen tan desastrosa. No podía quitarse su inconciencia frente a esta realidad.