.40. segunda temporada - EXTRA

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Juan pablo.

- ¡Arriba!

Ingrese a la habitación de Nina con emoción. Mi hija debutaría en su primer partido en juveniles y la palabra orgulloso se quedaba pequeño en relación a todo lo que sentía.

- ¡Vamos Nina, es hoy!

Comencé a moverla de la cama, pero ella solo bufo molesta y se tapó con la colcha sin decir una sola palabra. Mientras más crecía mas sueño se cargaba y eso era motivo de molestia.

- Vamos hija, hoy es tu primer partido y deberías estar... - observe mi reloj – desayunando en estos momentos.

- Papa, tengo sueño. – murmuro.

- Papa, tengo sueño... - la imité cambiando mi tono de voz – el sueño que te cargas es temporal porque tu sueño está a punto de realizarse, así que ¡Arriba! – moví la manta para observarla unos instantes.

Ella frunció el ceño, sus ojos pardos se notaban con la claridad de la luz del sol entrar por su ventana. Sonreí para ella y luego terminé por sentarme a su lado.

- ¿te encuentras bien? – pregunte con curiosidad.

- Si... solo

Note que comenzó a jugar con sus dedos, con nerviosismo. Fruncí el ceño con gran confusión

- ¿solo?

- Solo, ¿crees que seré buena? – murmuro.

- ¿Cómo que sí creo que serás buena? ¡eres increíble! – la alenté con emoción – has llegado muy lejos como para que te quedes aquí acostada, has llegado a estar en las juveniles del Real Madrid, ¡Claro que pienso y creo que eres buena!

Si, nos habíamos mudado a España para que pudiera trabajar en la empresa que quería. Hope había trasladado la empresa de Ethan aquí, más bien, la había hecho crecer más de lo que ya era mientras que la de su padre, fue tomada por Nath.

Ella hizo una mueca de sonrisa, pero no se notaba convencida. Suspire y rasque mi nuca con nerviosismo.

- Hija, sé que soy pésimo para los consejos... pero puedo asegurarte que eres increíble y no porque sea un padre orgulloso de todo lo que haces, pero no cualquiera llega a donde tú has llegado con tan solo diez años.

Si, habían pasado un par de años.

- Si tienes miedo, vas por el buen camino. – asegure.

- Es que, tengo miedo. – susurro.

- ¿Miedo? ¿De qué? – fruncí el ceño con preocupación.

- De fallar, de decepcionarlos. – movió sus hombros bajando su mirada.

- Jamás me decepcionarías, Nina. – confesé – ¿Quieres que te cuente un secreto?

Ella asintió aun con su mirada baja. Suspiré y pensé en hablarle con la verdad.

- Antes, no quería hijos... pero, apareciste tú.

Comencé a jugar con mis manos también, la manía venia de familia y ella y yo lo sabíamos.

- Y aunque intentaba no ser quien necesitabas, sacabas esa parte de mí que tu tío simón decía que era la paternidad. Si pudiste contra mis deseos de no ser padre y te convertiste en mi todo, tu puedes ir contra cualquier pronóstico... puedes ir por el sueño que quieras. – asegure – Porque, además, eres mi hija y no esta en tus genes rendirte.

KARMA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora