L.2 Capítulo 2

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Izuku Midoriya

Han pasado muchas cosas por el pasar de los días, y todas son positivas, sencillamente podría hacer un punteo y señalar como mi vida está dando un giro de 180°, sinceramente no me interesa mucho si es real o no.

En el trayecto el Sr. Toshinori me explicó que él ya estaba haciendo unos papeleos que cambiarían completamente mi destino, tenía una idea en mente para acercarse a mí, pero sucedieron esas cosas el 31 que causaron que cambiase sus planes.

No comprendía los motivos de él, yo era un adolescente marginado sin deseos de existir ¿Por qué quiere ayudarme?

No es como si yo valiese demasiado...

Todavía no comprendo muy bien las cosas, eran demasiados tecnicismos y papeleo, muchas preguntas de unas personas.

Él ya tenía todo previsto gracias al Sr. Aizawa, al parecer él ya había pasado por esa clase de documentos

Para resumir todo en breves palabras el Sr. Toshinori quería convertirse en mi tutor legal, no era una adopción como tal, ya que todavía estaban mis padres de por medio y si bien eran malas personas, el sistema no era tan rápido y se debía investigar demasiado.

Siendo sincero, me da lo mismo que fuese mi padre adoptivo o mi tutor legal, ambos tenían el mismo resultado, al Sr. Toshinori cuidándome lejos de todas esas personas que pueden lastimarme.

Cuando llegamos a la comisaría, porque a ese lugar debíamos ir, ya que me estaban buscando desde el día de ayer, el Sr. Toshinori le explicó con la verdad, a pesar de que dolía escucharla, pero con aquellas personas uno tenía que ser sincero.

Le mostró esos papeles y comenzaron a charlar, servicios infantiles llegaron, fue horrible, pero necesario, era ilegal que ellos me llevaran como si nada, pero temía por mi vida.

Los Sres. Toshinori y Aizawa, decidieron hacer un trato con servicios al verme cuan nervioso estaba.

El Sr. Aizawa preguntó si podía estar conmigo mientras se solucionaba todo, solo por hoy iban a permitirlo.

Por el pasar de las horas en esas oficinas llegó el Sr. Toshinori, con buenas y malas noticias.

Habían aceptado los trámites, el poder de los contactos y un historial perfecto ayudó bastante a agilizar el proceso, pero lo malo era que tenía que estar hasta pasado mañana en este lugar, como si este fuese mi castigo por huir.

Temía demasiado estar solo y que volviera a atormentarme aquella voz, pero para empezar de nuevo tenía que tener el valor suficiente, si quiero avanzar debo arriesgarme.

El Sr. Toshinori se tuvo que ir a las seis y media de la tarde, pero prometió llegar apenas estuviera abierto, decidí confiar en él, aunque aún estaba esa espinita de que algo malo iba a ocurrir.

Tenía miedo del futuro, no sabía que ocurriría mañana...

Al día siguiente el Sr. Toshinori regresó como prometió, traía unas galletas que había comprado en el centro de la ciudad.

Chocolate y vainilla, eran deliciosas y te hacían sentir ¿feliz?, no sé, es una sensación cálida la que se generaba en mi paladar.

-Llevé tu ropa a mi casa, tus útiles de aseo y todo lo que encontramos que usas para pintar y dibujar- Dijo el Sr. Toshinori con una sonrisa, lo que menos deseo es pisar ese lugar para buscar mis cosas, por mi quemaría o destruiría esa casa.

-Gracias por buscar mis cosas- Agradecí con una sincera y pequeña sonrisa.

-No hay problema, prometí que no pisarías ese lugar nuevamente y lo cumpliré- Respondió sin titubear y levantando su pulgar, él era una persona muy buena.

Rescataré tu sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora