Capítulo: 4

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Midoriya Izuku

Un corte duele, dos cortes olvido...

"Te odio Midoriya, ¡con razón Bakugo se burla de ti! ¡por desagradable!"

"Eres un Deku"

Un corte dolor, dos cortes olvido...

"Eres un Deku"

"Te odio Midoriya"

"Te odio"

"Eres un Deku"

¿Por qué no puedo olvidar? ¡Siempre funciona!

Un corte dolor, dos cortes olvido...

No puedo olvidar el rostro de Uraraka, el segundo corte siempre ayuda a olvidar.

Siento rodar las lágrimas por mis pecosas mejillas... creo que mejor voy a la calle.

Saqué mi mochila metí mis spray y pinturas, me abrigué y me cubrí el rostro con una máscara, ya era el momento de ser Yamikumo, el único que se atreve a pintar sin temor.

La noche era fría, el hielo se calaba en mis huesos, ese es el otro método para sentirme vivo.

Las calles solitarias, el susurro del viento me guiaba a mi nuevo lienzo, a un nuevo mural, un nuevo lugar el cual bautizaré con el nombre Yamikumo.

¿Qué dibujaré hoy para saciar el dolor de mi alma? ¿Un nuevo héroe o el villano que refleja mis pesadillas?

No lo sé, solo voy a dibujar lo que mi corazón sienta en otras palabras, al villano, porque ni siquiera en mis dibujos tengo un héroe.

Intentaba pensar pronto en que dibujar, el tiempo corría y todavía no podía olvidar lo que sucedió hoy, los golpes y las palabras siguen en mi mente, perduran y carcomen mi alma.

"Si quieres ser un buen pintor, lanzate por la terraza"

¿Lanzarme? Suena tan sencillo Kacchan, ya lo hubiera hecho, pero cada vez que intento acabar con mi vida algo ocurre.

¿El mundo quiere que siga con vida porque estoy destinado a grandes cosas? Que gracioso y soñador pensamiento, sacado de la literatura y de películas de drama que no conocen la verdadera realidad...

Sigo vivo porque el mundo decide quien tiene el derecho de vivir en el infierno conocido como realidad y quien tiene derecho de vivir en el paraíso conocido como realidad...

¿Por qué es el infierno y el paraíso la realidad?

Porque uno decide a cual debe pertenecer, pero yo no lo decidí, yo fui arrastrado al purgatorio y obligado a someterme a la agonía eterna.

Alguien por favor digame, ¿yo soy el culpable de mi retención de la felicidad o no soy culpable?

Les seré sincero, yo se que soy el culpable de mi sufrimiento, es por eso que no odio a Kacchan o a cualquiera que me lastima, porque yo debería defenderme y no dejarme intimidar.

Rescataré tu sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora