Rescataré tu sonrisa

L.2 Capítulo 13

Decisiones, decisiones, decisiones...

Desde hace muchos años mis decisiones tienen un rumbo negativo, vivir o morir, cortarme o no, la menos negativa era pensar en qué color pintar mi nuevo graffiti, pero aquello era más instintivo.

Otra decisión era estudiar o no para mis exámenes.

Aburrido y doloroso, pero apareció Ochako, Jiro y Toshinori para darme más opciones para decidir...

Desde una simple invitación para celebrar Halloween con Ochako, a decidir si ir o no al psiquiatra.

Decisiones positivas, decisiones divertidas y decisiones que me salvarían la vida.

Decidir pintar o no, decidir tener el apellido de Toshinori o no, decidir dar el discurso y cerrar esa etapa o quedarme callado.

Puedo escoger, tengo opciones variadas y en ninguna terminaré solo.

Cada día siento que soy cada vez más libre de salir del nido y volver tranquilo, ya no es una jaula eterna.

Soy libre de escoger.

Decisiones, decisiones, decisiones...

Izuku Yagi

28/12/2018

08:30 am

Admirar la academia me hacía sentir nervioso, aquella infraestructura gótica imponía demasiado, incluso más que el día en que fuimos a la prueba de Ochako.

Obviamente no había cambiado nada, pero ahora estaba más concurrido, muchos jóvenes y adultos se dirigían a la exposición de arte, solo una vez al año las personas pueden ver las obras de arte de los estudiantes de Yuuei.

Creí venir emocionalmente preparado, pero esta academia representaba mis sueños frustrados.

Todo lo que quise ser está en ese lugar, me daba miedo ingresar y sentir un golpe en la cara por la cruda realidad.

Yo no iba asistir, jamás aprendería en ese lugar y dolía de alguna forma, pero no podía hacer nada.

¿Qué pasaría sí? Una pregunta que borro de mis pensamientos al instante, porque jamás sucederá.

Las pruebas terminaron y mis miedos aún existen, Yuuei es ese sueño imposible...

-Recuerdo como si fuese ayer cuando pisé por primera vez Yuuei, fue en esta misma exposición, se cayó mi libreta con dibujos, gracias a ella la Sra. Nana me conoció...

Lo miraba atento, los dibujos de Toshinori fueron el inicio de todo, gracias a ellos estoy aquí hoy en día.

Toshinori avanzó y yo lo seguí por inercia, quería frenar, pero sabía que él se sentiría mal por traerme aquí.

Tengo que ser fuerte y fingir que no me siento incómodo, ignorar las ganas de huir, intentar verme bien.

Sí, bien...

Yo estoy bien...

Tal vez si lo repito varias veces me lo creeré.

Ingresar al lugar me dejó impresionado, su techo era alto y enorme, tenía pintado un enorme paisaje florido; el suelo era blanco de mármol con detalles grisáceos; tenía un candelabro que colgaba en el centro; los corredores tenían arcos que terminaban en punta; sus paredes, al igual que en el exterior, eran de piedra.