Capítulo: 14

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Midoriya Izuku

No puedo creer que acepté sin pensarlo, lo que me pidió Kyoka, ¿Su determinación fue lo que me hiso retroceder? O fue que todavía parte de mi alma está luchando contra esas cadenas que me arrastran continuamente a lo inminente, a la muerte que mi mente tanto anhela...

¿Por qué están difícil mi vida? ¿Por qué el ser humano siempre tiende a lastimar a quienes vean?

Para mi desgracia intentaré vivir hasta el 24 de Junio, lo haré solamente porque esa pelimorada me lo pidió.

02/Abril/2018

Iba caminando en el corredor cuando escucho la voz de mi demonio personal desde la enfermería.

-No es necesario llamarla- Dijo Kacchan alterado.

-Bakugo Katsuki, lo vamos a hacer y punto- Dijo uno de mis profesores.

-¡No!- Gritó furioso.

¿Qué le ocurrirá a Kacchan? Mejor me marcho, si se entera que lo estoy espiando me va a matar y no quiero que él ensucie sus manos, yo mismo resolveré el desenlace trágico de la mierda de vida que tengo.

-La llamaré, no es normal que un alumno tenga una sobre de antidepresivos...- Dijo mi profesor enojado.

Kacchan, ¿Se droga? Eso es imposible, de todas las cosas que es, no creo que sea un drogadicto.

-¿Te intentabas de suicidar?- Preguntó la enfermera preocupada.

-¡Claro que no! Y esas mierdas son pastillas para dormir, últimamente por todos los exámenes no he podido dormir- Dijo Kacchan serio.

Luego pasó lo peor salió de la sala y chocó conmigo... era mi hora.

Su mirada, reflejaba miedo, ¿miedo?, Kacchan tiene ¿miedo? Su mirada cambió a una llena de desprecio, me observaba y a la vez no... ¿qué diablos? ¿estará así por las drogas?

-Maldito bastardo- Dijo empujándome, para luego salir corriendo.

¿Kacchan qué te ocurrió? ¿Por qué me tiene que importar? Él me hiere, me acosa, ¿por qué Kacchan me haces esto? ¿Qué te hice?

No importa, sin duda mejor me voy a la azotea a descansar, despejar mi mente, pensar en cosas que me motiven a seguir con vida.

Iba subiendo escalón por escalón lentamente hasta que oí la voz más dulce y angelical que se puede escuchar en este mundo, algo en mi me dijo corre, ve hacia la azotea, tal vez al fin encontraré lo que he estado buscando... ¿Qué cosa? Ni idea, pero debo llegar.

Allí la vi, era Uraraka cantando igual que un ángel, su voz envolvía mi alma, me hacía sentir que estaba vivo.

Su forma de cantar me estaba provocando una serie de sentimientos, y uno de ellos provocó que comenzase a llorar... esperanza, esperanza de que al fin lograré ser libre.

Me percaté que Uraraka se dio cuenta, quería correr, pero era demasiado tarde, ella me estaba abrazando...

Su abrazo me hiso sentir paz, una que no sentía hace años, ella será el ángel, ella es el ángel que me rescatará, eso es lo que deseo...

Rescataré tu sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora