L.2 Capítulo 38

166 20 30
                                    

Hitoshi Aizawa
16/01/2019
08:30 am

Al llegar a la casa ingresé en silencio, mi papá me seguía sin decir palabra alguna, esperando paciente a que yo hablase.

Emi parecía tan preocupada y para aumentar las cosas estaba Eri, mierda y más mierda.

Preocupé a una niña y a una mujer embarazada por una estupidez, por un maldito impulso.

Todo se volvía más pequeño, el aire no pasaba por mis pulmones, no de nuevo.

Necesito entrar a mi jodido dormitorio, encerrarme y jugar. Deseo estar lejos de todos.

-Hitoshi... -dijo Emi preocupada, por favor no me hables.

-Hermano, ¿qué ocurrió?

No me hables Eri.

No quiero decir nada, solo quiero ocultarme y olvidar todo, fingir que no vi a Fumikage ensangrentado en el suelo, no deseo pensar en que tal vez ya murió.

Es mi culpa, ¿por qué no dije todo hace unos días?

-Hijo, ¿me explicarías lo que ocurrió? -preguntó con una extraña suavidad, su mirada parecía preocupada.

Observé a mi papá con una sonrisa y dije-: yo...

¿Cómo puedo ser honesto con Emi y Eri presentes? ¿Cómo explicar esto al frente de una niña?

No puedo. No voy a decirle que mis examigos se drogan al frente de mi hermana y Emi.

No quiero hablar de la maldita soledad que me consumía cada día, no deseo decir lo horrible que era ir a la escuela y las malditas fiestas.

Es demasiado humillante, doloroso y si hablo todo se vuelve real, papá estará triste.

-Mi vida a sido una mierda desde los doce, detestaba ir a la maldita escuela, me importaba poco sacar buenas calificaciones, lo único bueno eran los juegos y tu me los quitaste -escupí sin pensar en ellas-. Sí papá, tu hijo siente asco de la mayoría de las personas que conoce, odio al imbécil de Neito, detesto a Shoto, mis compañeros son borregos, Fumikage es un imbécil, Tsuyu y Momo son unas arpías.

Escupía y escupía, al diablo todo.

-Son personas malas y estúpidos, creen que los malditos adictos cambian, son basuras manipuladoras, dicen que cambiarán y al final te decepcionan. Te dicen que te quieren y que cambiarán por ti, pero no, no lo hacen... ¡no lo hacen!

Dolía hablar, cada palabra era una tortura, pero a la vez se sentía bien soltar todo.

-Te mienten y al final terminan muertos en la sala de estar provocando un trauma irreparable a quienes lo quisieron. Yo quería a mi tío, ¿por qué eso era más importante? ¿Por qué no fui su primera opción? ¡Era lo único que tenía en el mundo y me dejó abandonado!

Duele llorar por él, por ellos, por tu vivir de forma miserable.

-Los extraño, extraño a mi mamá, extraño a mi tío...

Cubrí mis ojos con mis manos, las lágrimas no paraban de caer con fuerza, me sentía desnudo.

-Fue horrible papá, solo tenía 7 años, era tan solo un niño, los niños no deberían haber visto esas cosas. Los niños no deberían ver a su única familia inyectarse heroína... él me prometió cambiar y no lo hizo.

De golpe me percaté de todas la cosas que había dicho.

Dije cosas horribles al frente de Eri, cosas malas que una niña no debe escuchar.

Rescataré tu sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora