Lie ||Yoonmin||

27

Entre besos y gemidos bajos, la pareja entró a la habitación, mientras la ropa iba desapareciendo de sus cuerpos.

— Y-YoonGi... ¿P-Podemos?— Preguntó JiMin, cuando se separaron del beso para respirar.

— Mañana empieza la condena. Tenemos toda la noche para nosotros— Dijo YoonGi, besando el cuello de JiMin, quien jadeó por lo bajo.

— P-Pero... ¿Y-Yo donde me iré d-después?— Preguntó JiMin nuevamente.

— Hablemos de eso después, amor.

JiMin asintió y se dejó cargar por YoonGi, quien lo tomó con delicadeza para caminar hacía la cama, donde recostó a JiMin sobre este y comenzó a quitarle las únicas prendas que tenía puesto.

El peligris se posicionó arriba de JiMin y juntó sus labios con los contrario, mientra abría las piernas del castaño, quien solo se dejó ser. El mayor bajó su mano por el cuerpo de JiMin, hasta que llegó a la entrada del menor, donde ingresó dos de sus dedos.

El castaño frunció el ceño y se removió incomodo y se separó del beso, provocando un chasquido al separar sus labios.

— Es incomodo— Se quejó JiMin moviendo sus caderas.

— Es necesario que lo haga, pequeño. No quisiera lastimarte— Dijo comenzando a adentrar un tercer dedo.

JiMin apretó el brazo de YoonGi y arrugó su pequeña nariz. El mayor se acercó al rostro del menor y comenzó a dejar besos por las mejillas de JiMin provocando una sonrisa en el menor.

Y así pasaron unos segundos preparando al menor, y cuando supo que ya estaba listo sacó sus dedos. JiMin ayudó a YoonGi a sacarse el pantalón y bóxer.

Ambos juntaron sus labios, y así el mayor se adentró en el interior de JiMin, sintiendo aquel cálido interior del menor, quien gimió ahogado sobre los labios del mayor.

JiMin subió sus piernas hasta la cadera del mayor y enrollo sus piernas en esta, mientras YoonGi comenzaba a moverse lentamente.

Ambos se separaron del beso y gimieron juntos, ante el placer que sentían en ese momento. YoonGi llevó una de sus manos hasta la pierna de JiMin y apretó el muslo de este, para después bajar hasta el trasero de JiMin, donde lo apretó y separó las nalgas para poder adentrarse con mas facilidad.

JiMin llevó una de sus manos hasta su vientre y la dejó allí, mientras que con su otra mano apretaba los hombros de YoonGi, quien miraba atento a cada gesto del castaño.

YoonGi salió del interior de JiMin y se sentó en el medio de la cama, con su espalda en el respaldo de la cama y con sus piernas abiertas.

JiMin lo miró y gateó hasta el. Se posicionó a horcajadas arriba del grisaceo y comenzó a bajar lentamente, provocando que el miembro erecto del mayor se adentrara en  el.

JiMin rodeó el cuello de YoonGi con sus brazos y se dejó caer por completo sobre el miembro de YoonGi, el cual se enterró completamente en el.

YoonGi pasó sus brazos por la cintura de JiMin y lo besó.

— Muévete— Ordenó YoonGi, con su voz mas ronca de lo normal.

JiMin obedeció y comenzó a mover sus caderas en circulo. Pronto comenzó a acostumbrarse, y con ayuda de sus piernas comenzó a saltar sobre el mayor, quien fruncía el ceño ante lo placentero que era el interior de JiMin.

— Ayúdame— Pidió JiMin ya cansado.

YoonGi llevó sus venosas manos hasta el trasero de JiMin y lo tomó entre sus manos, para después ayudarlo a brincar. JiMin apretó el respaldo de la cama con fuerza y tiró su cabeza hacía atrás, cuando sintió que se vendría, pero el mayor no se lo permitió.

Un lloriqueo salió de los labios de JiMin, cuando el mayor lo obligó a bajarse.

— Vamos, amor. No te desesperes— Dijo YoonGi, tomando al menor de la cintura para ponerlo en cuatro sobre la cama.

JiMin se sujetó del respaldo de la cama y arqueó su espalda, cuando YoonGi se adentró en el con fuerza.

El peligris abrió más las piernas de JiMin y lo tomó de las caderas, para comenzar a embestirlo con fuerza y rapidez.

JiMin gimió y se sujetó con fuerza del respaldo de la cama, provocando que este golpeara la pared.

El sonido de las pieles chocando, junto al respaldo de la cama golpeando a la pared era lo único que se escuchaba en la habitación. Y los gemidos y jadeos no se podían hacer esperar.

Y entre a un gran gemido, ambos se vinieron. JiMin cayó de espaldas a la cama, mientras que el mayor cayó encima suyo, sosteniéndose de sus brazos para no dañar a su bebé.

JiMin iba a cerrar sus ojos para descansar, pero al sentir sus piernas siendo separadas, abrió sus ojos.

— Este es solo el comienzo, amor.