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JiMin y Minji entraron a la casa con varias bolsas en mano, y con un helado, mientras ambos reían. YoonGi estaba sentado en el sillón, mientras veía su computadora.

Los menores al verlo dejaron de reír.

— ¿Porque llegan tan tarde?— Preguntó YoonGi, dejando su computador de lado, y observando a los menores con su rostro serio.

— No es tarde— Se quejó el rubio.

— Son las diez de la noche, JiMin.

JiMin miró el reloj en su muñeca y se sorprendió. Estuvieron todo el día comprando regalos.

JiMin miró a Minji y tomó las bolsas que este tenía y le indicó que vaya a su habitación.

YoonGi estaba enojado.

JiMin fue hasta el comedor y dejó las bolsas sobre la mesa, antes de darse la vuelta y mirar a YoonGi, quien mantenía su rostro enojado.

— ¿Porque llegaron tan tarde? ¿Donde estaban?

— ¿No ves? Estábamos comprando.

— Hubiesen avisado de que iban a llegar tarde.

— Se nos fue la hora.

YoonGi se levantó del sillón y se acercó a JiMin, quien quiso retroceder, pero la mesa de lo impedía.

El mayor tomó el mentón de JiMin y juntó sus labios, saboreando lo dulce del helado. El menor frunció el ceño.

— ¿Tomaste?— Preguntó cuando se separaron.

— Solo un poco— Respondió— No estoy ebrio. Se lo que hago.

— Ve a dormir mejor, si estas ebrio— Dijo dándose la vuelta para tomar las bolsas.

Grave error.

YoonGi lo empujó, provocando que su torso quedara sobre la mesa, y su trasero a la vista del mayor.

— YoonGi— Se quejó, e intentó volver a su posición, pero el mayor no se lo permitió— No.. el niño puede bajar.

— Entonces hagamoslo rápido.

— No quiero.

— Vamos, amor. Algo rápido.

JiMin comenzó a removerse incomodo.

— No quiero, YoonGi— Dijo, intentando levantarse, pero fallando en el intento.

YoonGi metió sus manos por debajo de la sudadera de JiMin. Tocando la suave piel de este. El menor no quería y comenzó a quejarse.

— ¡Te dije que no!— Gritó JiMin, logrando levantarse. Se dio la vuelta y empujó a YoonGi— ¡No quiero!

— ¡Yo si. Ahora date la vuelta!

— ¡Basta! Estas ebrio. No quiero hacerlo.

— Date la vuelta, JiMin.

JiMin negó.

— O lo haces a las buenas o a las malas— Gruñó YoonGi enojado, tomando la sudadera de JiMin para quitársela.

— No quiero, YoonGi. ¡no!

JiMin tomó las bolsas y subió corriendo las escaleras hasta la habitación de Minji, donde le puso seguro a la puerta.

— ¿Porque gritaste?— Preguntó Minji preocupado.

— Por nada, amor. ¿Hoy puedo dormir contigo?

— ¡Si!— Gritó emocionado.

JiMin dejó las bolsas en un mueble y se acercó al menor, cuando escuchó los pasos de YoonGi, subiendo las escaleras y acercándose a la habitación.

— Juguemos a algo ¿si?— Dijo JiMin, recostandose al lado de Minji— Vamos a ignorar a papá, ¿esta bien? Si lo hacemos, mañana te daré un premio.

— Esta bien— Dijo Minji, abrazando a JiMin.

— ¡JiMin, abre la puerta!— Gritó YoonGi, golpeando la puerta.

JiMin tapó los oídos a Minji, mientras el cerraba sus ojos e ignoraba los gritos del mayor. Cuando los gritos y golpes terminaron, el verificó de que Minji estuviera dormido, antes de levantarse y salir de la habitación.

Caminó hasta la habitación y tomó a YoonGi, para llevarlo a la ducha y dejarlo sentado en esta.

— Lo siento— Se disculpó YoonGi, cuando el agua fría cayó sobre su cuerpo.

— Cállate, no quiero escucharte— Dijo JiMin— Eres un idiota. Sabes como te pones cuando estas ebrio, y aún así tomas. Si esto sigue así, olvídate de mi y del niño.

YoonGi tuvo la intención de levantarse, pero falló en el intento, así que solo se mantuvo sentado.

Cuando JiMin supo que ya era suficiente, ayudó a YoonGi a levantarse y le sacó la ropa, para comenzar a secarlo. Dejó al mayor en la cama y fue a buscar su pijama, para después ponérselo.

— Mañana vamos a hablar, ahora duerme y espero que mañana sepas lo que estuviste apunto de hacer.

JiMin tapó al mayor con las cobijas y salió de la habitación, para ir a la de Minji.












































































Lie ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora