11. "No me arrepiento"

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Dedicado a EmirethRangel y a annnnnngMD gracias por haber leído, apoyado, votado y comentado el anterior capítulo, mil gracias, ¡L@s amo mucho!💖 Bueno... sin nada más que agregar, sólo les deseo que disfruten de este capítulo que se viene bueno y con muchas emociones porque cuando crean que va a pasar algo😏 me callo, bueno, les deseo que disfruten del capítulo💖¡¡¡A leer!!!😃

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Capítulo once.

Lea Díaz.

—Solo estábamos charlando de cosas triviales, somos compañeros de trabajo— con cada paso que doy hacia atrás, el Guapodioso da un paso hacia delante.

—¿Ah si? ¿Solo estaban socializando? Porque yo los vi muy sonrientes y felices, mientras "hablaban".

—Y-Yo no tenía nada que hacer y él tampoco, entonces charlamos un poco, pero no pasó nada— ¿Por qué diablos le estoy dando explicaciones, si yo no hice nada malo?.

Mi espalda choca con el gran ventanal de la oficina y el Guapodioso me acorrala para que no pueda escapar, tiene cada mano al lado de mi cabeza y su cuerpo pegado a mi cuerpo, acorralándome.

—Si no tienes nada que hacer, entonces ven y habla conmigo, no con él— sentenció.

—Supuse que usted estaba ocupado— me interrumpe.

—Claro, pensaste que yo estaba ocupado, pero no pensaste que el idiota de Richard también podría estar ocupado y que solo estaba hablando contigo para coquetearte y meterte a su cama.

—Tampoco es que me quejaría, él es un hombre apuesto y— empiezo a confesar, pero me interrumpe.

—¿Apuesto? Si te parece tan apuesto, cásate con él y coman chimichurris juntos— Los
chimichurris...

—Bueno... si usted me lo pide, yo lo hago— me encojo de hombros y trato de escapar, pero este no me deja.

—Ya que eres tan obediente, entonces... Bésame, hagamos el amor— pido con un tono molesto y frío, y aferra mi cuerpo al suyo y empiezo a sentir como lentamente el calor invade mi cuerpo, sentir sus fuertes músculos pegados a mi cuerpo me llena de excitación.

—¿Q-Qué?— pregunto confundida.

—Lo que escuchaste, bésame, cuando te mandé a casarte con aquel idiota, te ibas a ir de mi oficina para verte con él, lo ibas a hacer porque te lo pedí, también te estoy pidiendo que me beses, ¿Por qué no lo haces?.

Con unas de sus manos me agarra la cintura y con la otra acerca mi cara a la suya para que lo bese, pero volteo la cara.

—Usted es mi jefe— le recuerdo.

—Eso no importa ahora.

—Ahora no, pero después si, además, nos acabamos de conocer. Está usted loco.

—¿Loco por qué? ¿No crees en el amor a primera vista?.

—No— sí.

—Lea, desde que llegaste a mi vida con tus grandes y hermosos ojos azules, no has salido de mi mente, cada vez que estoy cerca de ti me dan ganas de abrazarte, besarte y aferrarme a ti, ¿Es que no sientes lo mismo? ¿Acaso solo fui yo el que me quedé con las ganas de besarte anoche?.

—Y-Yo— me interrumpe cuando empieza a besarme el cuello, y me carga, haciendo que entrelace mis piernas en su cintura.

Mi respiración es agitada, mi corazón está a punto de salir de mi pecho y pequeños gemidos salen inconscientemente de mi boca.

Empiezo a quitarle la chaqueta de su fino traje, este deja de besarme el cuello y está a punto de besarme los labios cuando tocan la puerta, y todo se va a la mierda.

—Suélteme— le pido.

—No, Lea, solo ignora el exterior, a mí no me imparta nada.

—Pues a mí sí; porque gracias a esto puedo perder mi trabajo.

—No, no digas eso... además, yo nunca permitiría que eso pasará.

—Suélteme y abotónese la chaqueta, por favor.

—Lea...

—Suélteme— el Guapodioso me suelta y empieza a abotonarse la chaqueta, mientras yo trato de peinarme con mis dedos.

Cuando ya estamos presentables, el Guapodioso habla sin dejar de verme a los ojos. —¡Adelante!— una mujer rubia de ojos verdes intensos y pecas entra a la oficina con un vestido rojo escotado, pero elegante. Y se acerca al Guapodioso con una sonrisa antes de subirse a su regazo y darle un beso en la comisura de sus labios.

—Amor, estaba tan sola en casa, no pude evitar venir a visitarte, y llenarte de besos— expresa, mientras acaricia su pecho.

Estuve a punto de perder el control, mi trabajo, y todo lo que tengo, ¿Por esto...? ¿Por un hombre comprometido que probablemente diga palabras bonitas para conquistar a sus víctimas?.

Enojada, escupo algunas palabras antes de salir de aquella oficina. —Yo me retiro— exclamo rápidamente.

—Lea...— dice el Guapodioso, pero lo ignoro y salgo lo más rápido posible de esa oficina.

***

Estoy en la entrada de la empresa, esperando a un taxi, pero, para mi desgracia, ninguno llega.

De repente, siento como alguien agarra mi cintura, y me voltea. —Déjame llevarte a tu casa o vayamos a cenar, también podemos ir al cine, ¿Qué dices?.

Si tono es tan normal, es colmo si aquí no estuviese ocurriendo nada.

—No— ni tono de voz es frío y firme.

—Quiero disculparme contigo por lo de esta tarde.

—No importa, con que esté arrepentido, me basta.

—Pero no lo estoy, solo creo que no debí ser tan posesivo contigo, eres una mujer, no una propiedad, pero en cuanto a lo otro, no, Lea, no me arrepiento y lo volvería a hacer un millón de veces si es posible.

—Señor Gil, es usted un cínico. ¿Cómo se atreve a hacerme tal peticiones cuando tiene una relación?.

—No, yo...— se queda callado. —Necesitamos hablar, Lea.

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Jajajjaa, me alegro mucho si llegaste hasta aquí. Gracias por darle una oportunidad a esta novela, sé que no es la mejor, está cargada de comedia y la escribí muy pequeña y siendo muy novata.

Saben que no acepto copia, adaptaciones ni inspiraciones, si veo un caso como ese (siempre lo veo), entonces hablaré personalmente contigo o te expondré, leeré primero, porque no se debe acosar, pero en caso de ver mucho parecido, podría exponerte, lo mejor es que crees tu historia totalmente original. :)

🍓❝𝐄𝐦𝐛𝐚𝐫𝐚𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐉𝐞𝐟𝐞 ❞🍓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora