🍓❝𝐄𝐦𝐛𝐚𝐫𝐚𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐉𝐞𝐟𝐞 ❞🍓✓

21. "¿Mi enfermera personal?"

Dedicado a Jeninat ElaizaParedemercedes oliverernesto follame_Demon contrerasmariacam y a IsabelCastro018  por apoyar y votar por mi historia, ¡L@s amo mucho! 💖 Gracias por ser l@s mejores lectores del mundo mundial🤩

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~21~

~Capítulo veintiuno~

Lea Díaz

—Hola— me saluda.

—¡Josh!— le doy un beso en la mejilla y lo abrazo.

—¿Cómo estás?— me pregunta.

—Bien, ¿Y tú? ¿Cómo estás?— le pregunto, pero por la cara que pone, presiento que todo anda mal.

—Este... yo... vine a hacerme unos análisis de rutina.

Lo miro con una ceja arqueada. —O... tienes parásitos.

—¿Q-Qué? ¡Claro que no!— exclama mirando para cualquier lado, excepto mi cara.

—Quizás deberías dejar de comer chocolates cada vez que te lo avientan— río, mientras me alejo de él, y empiezo a caminar hacia la salida.

Digamos que a Joshua no le va tan bien en el amor. Por un tiempo fue todo un rompe corazones, pero la mayoría de personas que son así es porque le rompieron el corazón, y Joshua no es la excepción.

Después de que Martha terminara con él cruelmente, Joshua creó una lista de mujeres en su agenda, literalmente salió con todas.

Pero ahora que ya se ha calmado, las mujeres que quiere tomar en serio nunca le creen, siempre terminan alejándolo de ellas lo más pronto posible.

Y en el transcurso de todo este tiempo le han aventado muchas cosas, entres esas cosas: chocolates. Y siempre termina comiéndolos, y digamos qué pasa todos los días. No es extraño que tenga parásitos.

Veo un taxi estacionado, mientras alguien baja de él, y yo me subo. —¿A dónde quiere que la lleve, señorita?— me pregunta la taxista.

—Lléveme a la empresa principal del señor Gil, por favor— digo para que no se confunda porque Santiago tiene varias empresas Gil en otros lugares, pero aquellas empresas son más pequeña, a diferencia de la principal.

***

Toco la puerta, pero no obtengo repuesta, así que vuelvo a tocar de nuevo pero sigo sin obtener repuesta.

—Ah, nos va a encontrar— escucho la voz de un... ¿Hombre?.

—Ya estamos llegando, ignórala— dice el viejo regordete.