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38. "Obsesionado contigo"

Dedicado a  @EmirethRangel @RosannaPeaRuiz @violeeeta28 @IselaBanegas @contrerasmariacam @annnnnngMD @ziamislove muchas gracias por haber votado, leído, comentado, y apoyado el capítulo anterior, mil gracias, hermosas💖

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38. "Obesionado contigo"

Capítulo treinta y ocho.

Lea Díaz

—¡Ahhh!— Un grito eufórico me despierta de mi maravilloso sueño.

Abro los ojos, pero no me puedo mover; porque el pesado de Santiago está arriba de mí.

—¿Qué hacen así?— dice Julieta con voz chillona.

—Vete— dice un Santiago bastante adormilado, mientras se aferra más a mí, y vuelve a acomodarse en mi pecho.

—Señor Gil, creo que debería levantarse de encima de mis...— dejo la frase a media cuando me doy cuenta de que si termino de hablar, Julieta destruirá mi vida.

Trato de escabullirme para poder levantarme, pero Santiago se aferra más a mí. —No te muevas, estamos cómodos así.

—No, no estamos cómodos— Julieta me dedica una mirada fría; porque a kilometros puede oler el olor de la mentira que acabo de decir.

—Mientes, esta es la mejor— bosteza. —Almohada en la que he dormido en todo el transcurso de almohadas de mi vida— dice refiriendose a mis Leitas. —Y lo mejor es que son personalizadas, son perfectas para su dueño, o sea yo— bosteza, y se acomoda más en mi pecho.

—¡Idiota!— grita Julieta.

—¿Julieta?— Santiago levanta la cabeza, y mira a Julieta. —Amo a mi secretaria.

—No soy tu secretaria.

—Discúlpame, es que estoy confundido; porque hoy estaremos entrevistando a algunas mujeres para elegir a mi secretaria.

—No sabía eso.

—Es que es muy reciente.

—¡Estoy aquí!— grita. —No me importan las malditas secretarias, no me gusta esta cercanía entre ustedes, si no fuese por que están vestidos, juraría que ustedes se acostaron.

—Si, tienes razón, necesito charlar contigo.

—Iré al baño— Santiago asiente.

—Vístete con mi ropa— asiento, y entro al baño de la oficina, dejando a solas a una Julieta molesta, y a un Santiago bastante despreocupado, a pesar de la situación.

Desde aquí escucharé todo, ¡Muajajaja! ¡Muajajajajaja!.

Busco la ropa de Santiago, mientras empiezo a quitarme la mía lentamente para no hacer ruido y poder escuchar todo.

—¿Qué diablos fue eso, Santiago?.

—Perdóname, Julieta, pero debo confesarte que estoy enamorada de Lea.

—Eres un idiota, ¿Por eso me besaste en la gala?— llora. —¿Solo lo hiciste para causarles celos?.

—Si, perdóname, Julieta, yo estaba cegado por los celos, y la quería hacer sufrir— lo interrumpe.

—¿Es que estás ciego?— le pregunta. —Yo soy una mujer millonaria, con clase, y vas a romper conmigo por una simple secretaria.

—No es mi secretaria, es administradora empresarial, es muy buena en su trabajo, solo la trasladé cerca de mi oficina para tenerla cerca de mí.