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51. La cena

Dedicado a EmirethRangel IselaBanegas contrerasmariacam annnnnngMD muchas gracias por haber leído, votado, comentado y apoyado el capítulo anterior, mil gracias, mis amores💖

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51. La cena

Capítulo cincuenta y uno

Lea Díaz

He luchado tanto por mi hijo, por él decidí abandonar la universidad, inicié una vida nueva en un país desconocido donde sólo me apoyaba una persona que no habitaba allí, inicié de nuevo en la universidad, desde cero, aunque una vez me faltó muy poco para graduarme.

Durante cuatro años he trabajado y estudiado para darle lo mejor de lo mejor a mi hijo, nunca le ha faltado amor de mi parte, aunque no podía estar todo el tiempo con él, cuando podía estar con él, disfrutábamos ese momento al máximo, y lo mejor es que solo éramos él y yo.

Mi hijo ya tiene un padre, y ese es Fernando.!Desde que Juliano era un bebé y se encontraba dentro de mí, Fernando le ha brindando todo su amor y apoyo, a mi hijo nunca le ha faltado el amor de un padre.

Estos cuatro años han sido lo más complicados de mi vida, he tenido que lidiar con un trabajo, la universidad y un hijo, y eso no es nada fácil, pero, aún así, no me he rendido; porque amo a mi hijo.

Resulta que me di cuenta de que todo estaba mejorando, ya me estaba graduando, ahora me podían ascender de puesto, y ese tiempo que me tomaba en la universidad, lo podía utilizar para estar con mi hijo.

Ah, pero a Luz se le ocurrió la maravillosa pero horrible idea para mí: se le ocurrió que podía festejar el hecho de que ya me haya graduado, pero que lo festejara aquí, con mis más viejos amigos y no le vi nada de malo en ese momento, digo, solo eran unas pequeñas vacaciones para festejar y festejar hasta el cansancio, ¿No?.

Pues no, nada pasó como lo tenía planeado; porque resulta que si Santiago ya se había olvidado de mí, ahora me recordó, ¿Lo peor?.

Me vio con mi hijo que también es de él, pero solo de sangre; porque su verdadero padre es Fernando.

En pocas palabras.... Estoy jodida, ¿Entienden? JODIDA.

Y ahora gracias a toda esta historia loca, me encuentro sentada en la silla de este elegante restaurante, mientras espero a Santiago, y me pregunto por qué no fui lo suficientemente fuerte como para ignorarlo y no tener miedo a sus advertencias, pero la causa tiene nombre y apellido: Juliano Díaz.

No le tengo miedo a Santiago, le tengo miedo a sus advertencias porque si las cumple me podría apartar de mi hijo, y yo no lo soportaría.

Después de algunos minutos, Santiago se encuentra sentado frente a mí.

—¿Qué quieres de cenar?— me pregunta con un tono despreocupado.

—Nada.

—Debes alimentarte bien, sino— lo interrumpo.

—¿En serio te estás preocupando por mí?— le pregunto enojada.

—Lea, yo— suspira cabizbajo.

—Estoy noventa y nueve por ciento segura de que fuiste tú quien estaba detrás de aquel accidente donde me atropellaron, y mi bebé y yo casi nos vamos al otro mundo.

—Lea, yo... esa no fue mi intención. Yo pensé que el bebé era de Fernando, me dio mucha rabia y... contraté a una persona para que se deshaga del bebé, pero estoy muy arrepentido, solo por desquitarme casi te mato a ti y a mi hijo.

—¿Hijo?.

—Si, Lea, yo... quiero pedirte que me dejes estar más cerca de Juliano, yo... quiero verlo crecer, quiero apoyarlo y estar ahí cuando tenga su primera decepción amorosa, y— lo interrumpo.

—Espera, para ahí— río sin gracia. —A ver, entiende que Juliano no es tu hijo, comprendelo ya— me dedica una mirada helada.

—¿Entonces cómo explicas que se parezca tanto a mí?— pregunta molesto, después de unos segundos de observarme, suspira. —Mejor no discutamos, y aclaremos todo desde el día en que empezó nuestro conflicto.

—¿Desde el día en que me violaste?— le pregunto.

—Lea, yo... estaba enojado— trata de tomar mi mano entre las suyas, pero no lo dejo.

—¿Y eso te daba derecho a traicionarme de esa manera?.

—Yo tenía todo planeado, Lea, aprovechariamos el viaje a Canadá, y nos casariamos, ya tenía todo listo, el juez, la casa, todo... pero cuando te cité en ese parque para pedirte que seas mi esposa, te vi besándose con Estiben.

—¿Me ibas a pedir que sea tu esposa en el parque?— pregunto sorprendida.

—Fue el lugar que nos llevó a conocernos un poco más... era el lugar perfecto.

—Yo no te engañaba con Estiben, él me besó, pero lo aparté.

—Pero yo no vi eso, yo tenía planeado olvidarme de ti, pero llegaste a mi oficina expresandome cuánto me amabas y preocupada por mí... y eso me enojó tanto;!porque sabía que habías besado a Estiben.

—Yo te lo iba a decir todo, pero no llegaste al parque.

—Fueron muchas las cosas que hicieron que hizo que nos distanciadamos, pero aún así, cuando vi cómo te quité tu inocencia en aquel sofá, como la sangre era la prueba de lo cruel que fui contigo, yo me arrepentí al instante y te pedí perdón.

—Por tu culpa tuve que ir a terapia psicológica, trabajar, estudiar y empezar una vida nueva en un país desconocido, por suerte, Fernando siempre estuvo para mí y para nuestro hijo.

—No sigas mintiendo, Lea, no trates de crear ideas en mi cabeza porque no lo vas a lograr.

—¿Qué es lo que quieres Santiago?— pregunto con un tono de voz impaciente.

—Quiero que formemos una familia, una familia unida, solo tú, Juliano y yo— río exageradamente.

—Claro que no.

—Entonces dame la oportunidad de reconquistarte, si es que en serio ya no sientes nada por mí.

—¿Cómo crees que voy a sentir algo por ti? Ya ni siquiera pierdo mi tiempo odiandote.

—Déjame estar cerca de mi hijo, por favor.

—Ya te dije que no es tu hijo, por favor— bufo irritada. —Antes eras más inteligente.

—Entonces veremos si el juez dice lo mismo cuando vea la prueba de ADN.

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✨EP💫
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