🍓❝𝐄𝐦𝐛𝐚𝐫𝐚𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐉𝐞𝐟𝐞 ❞🍓✓

47. Sospechas

Dedicado a EmirethRangel contrerasmariacam annnnnngMD y a IselaBanegas muchas gracias por haber leído, votado, comentado y apoyado el capítulo anterior, muchas gracias, mis amores💓

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47. Sospechas

Capítulo cuarenta y siete

Lea Díaz

Cuatro meses después

Estoy concentrada en mi trabajo, pero el teléfono de mi escritorio me interrumpe, y decido ver quién es de una vez por todas para poder continuar trabajando.

—Señorita Díaz— dice con un tono de voz frío que hace que me de escalofríos.

—¿Si, señor?— digo con un tono de voz nervioso.

—La quiero ya misma en mi oficina.

—Si, señor—cuelga la llamada y no me queda nada más que suspirar.

¿Y ahora qué hice? Yo soy una niña buena. Yo me porto bien. ¿Por qué me habla tan... tan feo?.

Armandome de valor, me levanto de mi escritorio, y con pasos pequeños, camino hacia su oficina, y después de respirar profundo, toco la puerta.

—¡Adelante!— abro la puerta, y con temor inundando mi alma, entro a su oficina.

—¿Señor, qué se le ofrece?— le pregunto cabizbaja.

—Siempre me preguntaba el porqué de su "tímidez"— dice con un tono de voz enojado. —Siempre cabizbaja como el que no mata a uno mosca.

—Cuando no conozco bien a las personas, suelo ser un poco tímida, solo es al comienzo, yo... soy... soy así— digo en un susurro.

—Si, claro— dice de manera sarcástica. —Y ocultar su cabello con una peluca, vestirse como méndiga, y usar tanto maquillaje hasta parecer una payasa, ¿También es causa de su "tímidez"?— levanto la cabeza totalmente confudida.

—Señor, su jefe sabe el porqué de mi actitud.

—Lo sabe Fernando, pero yo no— exclama exaltado y a la vez enojado.

—El hecho de que me vista así, no significa que yo hago algo malo, yo soy muy honesta, señor, por favor, réspeteme, no olvide la diferencia entre respeto y confianza, usted confía en mí; porque soy su secretaria, y yo confío en usted; porque usted es mi jefe, pero eso no quiere decir que pueda faltarme al respeto— subo la cabeza, y le dedico una mirada helada.

Ríe sin gracia. —Si, claro, tan honesta como siempre, pero me puedes explicar con toda la honestidad del mundo el porqué de tu habilidad para robar y verme la cara.

—¿Robar?— pregunto confundida. —Yo no soy ninguna ladrona, trabajo honradamente para suuplirme y para darle una vida mejor a mi hijo, así que le pido que no vuelva a decir eso, o me veré en la obligación de demandarlo por difamación.