🍓❝𝐄𝐦𝐛𝐚𝐫𝐚𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐉𝐞𝐟𝐞 ❞🍓✓

60. Tres semanas.

Dedicado a marinelitacg violeeeta28 lizeth1124 contrerasmariacam annnnnngMD connyjopiab IselaBanegas lmh148 Marilez123 VanessaBalarezo4 BetzabeKoh una-enamorada-menoz gracias por haber leído, votado, comentado y apoyado el capítulo anterior, mil gracias, mis amores💖😍

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60. Tres semanas.

Capítulo sesenta.

Tres semanas después.

Fernando Hearts

Tres malditas semanas sin ella, sin escuchar su risa, sin ver aquellos ojos hermosos, sin besarla.

Lea ha pasado tres semanas en coma, está estable, todo está bien, pero simplemente no abre los ojos.

Los doctores me dijeron que probablemente despierte muy pronto, pero yo la verdad ya ni sé, me han dado tantas falsas esperanzas que no sé cómo sentirme. Lo único que tengo seguro es que lucharé por ella hasta el final.

—Lea, yo te amo— digo, mientras la miro durmiendo en aquella cama. Se ve tan relajada, pareciera como si solo toma una siesta.

—No sabes cuánto te extraño, y no solo yo, también Juliano, Luz, Casandra, Estiben, Joshua, hasta un tal Iván que cuando despiertes me vas a tener que explicar de dónde diablos salió.

—Yo te amo, mi amor, yo te amo, my disheveled girl— tomo su mano, y la beso.

—¿Despertarás?— siento un pequeño apretón en mi mano.

—Lea, mi amor, me estás escuchando— exclamo con alegría.

Veo cómo sonríe un poco, y sé que ella me escucha, me necesita y yo estaré aquí para ella hasta que pueda despertar y también después de eso.

O quizás todo está sucediendo en mi mente, y la falta de Lea me está llevando al borde de la locura.

—Mi amor, despierta, yo te necesito, cada noche delirio con casarme contigo— otro apretón, son tan débiles, pero son apretones.

—Amor, yo ya deseo que nosotros— soy interrumpido por unos toques en la puerta.

Me seco las lágrimas que ni sabía que tenía, y le doy mi autorización para que pase.

—Santiago— pongo los ojos en blanco.

—Sé que no me soportas, pero solo vine a pedirte permiso para ir al parque con mi... con tu hijo— pide cabizbajo.

—Claro que no te— soy interrumpida por el tono de llamada de mi teléfono.

—Aló— contesto la llamada.

—Soy el detective Brown— me levanto de la silla y me pongo de espalda a Lea y Santiago.

—¿Si, detective?— digo en un tono de voz más bajo.