🍓❝𝐄𝐦𝐛𝐚𝐫𝐚𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐉𝐞𝐟𝐞 ❞🍓✓

20. "¿Joshua?"

Dedicado a RosannaElizabethPeaR contrerasmariacam annnnnngMD ElaizaParedemercedes y a Jeninat votar, comentar, leer y apoyar mi novela, muchas gracias. Este capítulo también está dedicado a todas esas personas bellas que leen mi novela. Muchas gracias por el apoyo.

⇜❀⇝✫⇜❀⇝✫⇜❀⇝✫⇜❀⇝✫⇜

~20~

~Capítulo veinte~

Lea Díaz

Estoy en el parque charlando con Santiago, mientras nos comemos unos chimichurris y ambos estamos asentados en una banca del parque y vemos todo el panorama..

El día está hermoso, los niños ríen y juegan alegremente, familias felices hacen picnics en el césped del parque, parejas felices caminan tomados de la mano por todo el parque, mientras mejores amigas se columpian en los columpios.

Se siente paz hasta que yo me levanto y empiezo a correr, Santiago preocupado, corre detrás de mí y de pronto paro de correr y ambos caemos al suelo.

Me volteo, pero Santiago se queda encima de mí, nuestra miradas se conectan, y poco a poco, empezamos a acercarnos lentamente, pero cuando estoy a punto de besarlo, Santiago desvanece y me deja sola.

—Lea— escucho que alguien me llama, pero solo ignoro esa voz y voy en busca de Santiago.

—Lea— trato de buscar a la persona que me está llamando, pero no veo nada por ningún lado hasta que volteo y veo a Santiago correr, mientras yo lo sigo y todo el panorama en nuestro alrededor, cambia y ahora estamos entrando a la empresa.

Santiago sube las escaleras y yo lo sigo, no hay nadie en la empresa, solo él y yo, y a pesar de todo, parecemos estar felices, a pesar de que uno de nosotros está huyendo del otro.

Subimos al último piso de la empresa y Santiago entra a su oficina, yo lo sigo, pero cuando entro, siento que alguien me agarra de la cintura y me carga.

Veo a Santiago mirarme con ese brillo que tanto amo, esta vez no lo dudo dos veces, y lo beso.

—Lea— dice en medio del beso, pero lo ignoro y sigo besándolo porque ya me siento lista para dar el siguiente paso con él.

—Lea— vuelvo a ignorarlo y no dejo de besarlo, quito mis manos de su nuca y empieza a desabotonar los botones de su casual camisa jean que lo hace verse tan sexy.

—Lea— siento como alguien me mueve de lado a lado y abro los ojos espantada.

—Lea, al fin despiertas— me dice Santiago.

—¡Santiago!— lo abrazo efusivamente. —Por un momento sentí que te perdía, y que no podía hacer nada para recuperarte.

—¿Lea, qué me pasó?— me separo de él y le acaricio el cabello, mientras con mi mano libre, me seco las lágrimas que derramé gracias a la felicidad que sentí cuando vi que despertó.