73. Epílogo.

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Dedicado a todos ustedes, mis amores💖😭🦋💜🛐 ¡L@s amo mucho! 💜🦋 Disfruten del capítulo 🦋

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73. Epílogo.

Capítulo setenta y tres.

Tres meses y tres semanas después.

Lea Díaz.

—Oye, Lea, ¿Crees que esto sea seguro? No sé... tengo miedo de que matemos al bebé— me pregunta Fernando con preocupación en su tono de voz.

—No, no pasa nada, de hecho, esto se recomienda para tener un parto natural— digo, mientras me subo encima de él.

—E-Está bien— sonrió, y hago que se introduzca en mí.

Y empiezan a sonar los ecos de los gemidos en esta habitación oscura.

Todo se siente bien, todo es tan maravilloso y tan delicioso, hasta que empiezo a sentir dolor en la panza.

No le presto mucha atención,; porque sé que lo más probable es que mi bebé esté pateando, ya es normal que lo haga cada vez que Fernando toca mi vientre.

—No me toques el vientre, la bebé se está empezando a mover y me están doliendo sus patadas— digo con dificultad a causa del dolor, pero aún así, sigo moviéndome encima de él.

—Mmm... ¿Estás segura de que tú y la bebé están bien, amor?— me pregunta.

—Si, solo son patadas, de hecho, ya se me quitó— dos minutos, solo pasan dos minutos para que esa frase quede en el olvido.

—¿Lea, estás bien?— me pregunta Fernando al ver que paré.

—Si, solo es ¡Ay!— grito de dolor.

—¿Am-Amor qué es eso? ¿Tuviste un squirt?— me pregunta.

—¿S-Squirt? No, si el dolor ¡Ah! N-Ni siquiera me ha dejado lle-llegar— digo, mientras me quito encima de él y me pongo en posición de cuatro al lado de él.

Siento mucho dolor, un dolor que me hace revolcarme, y sé y presiento que ya no son simples patadas.

—¿L-Lea? ¡Ay no, ya matamos al bebé!— dice entrando en pánico.

—N-No, m-me due-le mu-mu-cho— no puedo evitar gaguear, el dolor no me deja hablar bien.

—Te llevaré al hospital— escucho como se levanta y busca algo por toda la habitación.

Después de unos segundos, me arropa en una sábana que está más mojada de lo que yo estaba hace unos minutos.

—No me puedes llevar así, estás en bóxer, además ya se me está calmando el dolor— le digo, mientras este sale de la habitación.

Nos mudamos a la habitación del primer piso por si cualquier cosa pasaba.

—Pero no sabemos si vuelva, espérame aquí— dice, mientras me deja acostada a en el sofá de la sala y empieza a subir las escaleras rápidamente.

Después de un minuto, baja la escalera con Juliano en brazos y lo deja acostado a mi lado antes de volver a cargarme.

—Lea, te amo, no te duermas, ¿Si?— me dice, pero solo escucho su voz, todo se vuelve borroso y cada vez más oscuro para mí.

—Yo solo te veo borroso— empiezo a sentir que me falta el aire.

El dolor me está matando, literalmente.

🍓❝𝐄𝐦𝐛𝐚𝐫𝐚𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐉𝐞𝐟𝐞 ❞🍓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora