🍓❝𝐄𝐦𝐛𝐚𝐫𝐚𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐉𝐞𝐟𝐞 ❞🍓✓

13. El consejo

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Dedicado a contrerasmariacam EmirethRangel y a annnnnngMD 💖

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Capítulo trece.

Lea Díaz

Ese día en el que nos conocimos y yo estaba muy asustada; porque simplemente me dijo y me llamo.

Aquel día que entré empapada a su oficina y se me escapó el apodo que le inventé, y él, enojado, me dijo "Bebé".

Aquel día que cenamos chimichurris, y por primera vez se abrió a mí, demostrándome que no es el hombre frívolo que aparenta.

Pero son solos recuerdos, yo fui una ingenua al creer que lo poco que habíamos vivido, había sido tan importante para él como lo fue para mí.

¿Por qué diablos me ilusionó tan rápido? ¿Por qué idealizar a una persona que no conoces? ¿No me bastan las decepciones para dejar de confiar tanto en las personas?.

—Lea— dice Richard con voz aterciopelada.

--¿Sí?.

—¿Te puedo dar un consejo?— asiento, y pongo toda mi atención en él.

—Sí, claro que sí.

—Primero necesito hacerte unas preguntas.

—Pues, hazlas, no tengo ningún problema.

—Cuando conoces a una persona, ¿Qué es lo primero que piensas de ella?.

—Yo pienso de esa persona lo que demuestra interiormente, lamentablemente. Si lleva una cara de "Me jodes y te mato" pues yo voy a pensar que es una persona enojona, pero, por lo general, pienso en que todas las personas somos buena a nuestra manera. A excepción del señor Gil, de él cree que era una persona sin sentimientos.

Ricarda ríe ante mi comentario, y luego de una pequeña pausa, empieza a hablar de nuevo. —Y cuéntame, ¿Crees en la maldad?.

—Creo en que si existen las personas que hacen cosas malas, pero que cada quien tiene un destino y... no sé si me entiendas...— hago una pequeña pausa. —No creo que cada cosa "mala" que te pase, sea culpa en sí del mal que existe en el mundo.

—Entiendo lo que dices, Lea, pero aunque no lo creas, a veces no todo vale del destino, ejemplo: Si una mujer que está en plena juventud, y está formando una familia, es víctima de una psicopatía obsesionada, ¿Era su destino? ¿Morir sin terminar de disfrutar de su familia y de su juventud? ¿O solo fue víctima de un psicópata que le arrebató su futuro?.

—Yo...— trato de buscar algunas palabras para responder a su pregunta, pero no las encuentro.

—¿Sabes que te quiero dejar dicho con esto, Lea?— me pregunta. —Te quiero dejar dicho que está bien, que creas en el bien, pero está mal, que no creas en el mal, en el daño que te pueden hacer las personas más cercanas, en la ambición y envidia que pueden llevar a una persona a jugar de mala manera con tu vida o sentimientos.

Después de algunos segundos de silencio, vuelve a hablar. —Entiendo tu percepción, deja que todo fluya al compás del "destino", confías en las personas hasta que te demuestra que no debes confiar en ellas, pero, ¿Por qué esperar un golpe, en vez de, solo demuestra las partes de tu cuerpo donde no te puedes golpear?.

—¿Te refieres a que no debemos esperar decepciones para poder darnos cuenta de cómo son las personas?.

—Exacto, Lea. Acabas de entrar en una etapa de tu vida donde fluyen las relaciones, donde el éxito empieza a estar constantemente cerca de ti, donde algunos se alegrarán y otros solo fingirán querer verte en la cima, en una etapa donde conocerás a muchas personas, algunas cariñosas y bondadosas, y otras crueles que te harán mucho daño.

—¿Entonces qué se supone que debo hacer para detectarlas?.

—Es más fácil de lo que cree, aunque sepan actuar bien, tienen el mismo renglón, hacen las mismas acciones, eres tú quien decide si creer que esas acciones son buenas— exclama. —Es como cuando eres pequeña, y conoces a una niña, y esa niña juega contigo hasta que en poco tiempo se vuelven mejores amigas, pero luego te das cuenta de que esa niña dice cosas feas de ti a tus espaldas, quizás cuando le reclames ella te dice que eso no es cierto, pero depende de ti si creerle.

Suelta un suspiro. —La mayoría de personas serán cariñosas contigo, te hablarán bonito, te darán besos en la mejilla, y te abrazarán. Beberán una copa de champán contigo cuando celebres tus logros, serán tus amigos cuando te gradúes, cuando te cases, pero eso no significa que sientas cariño por ti, que celebren junto a tus éxitos, no significa que son tus amigos porque celebran contigo; porque no todos los que celebran contigo, estarán para ayudarte cuando necesites de ellos.

—Lo que— sigue hablando. —Quiero dejarte dicho con esto es que, te recomiendo que saques lo más rápido posible de tu vida, a esas personas que solo celebran tu cumpleaños contigo, pero que siempre tienen una excusa para ayudarte. A aquellos que te dan cariño, pero que hablan mal de ti o te tratan mal en ocasiones. A aquellos que creen que sus problemas son mayores que los tuyos, y que no te dan consejos cuando los necesitas. A aquellas que solo están contigo de manera superficial.

—El éxito se te empieza a acercar, y junto a él, una manada de hipócritas que te harán daño cuando menos lo pienses— suelta un suspiro. —¿Sabes por qué te digo esto, Lea?.

—No— exclamo confuso.

—Porque tú cavas de entrar a la etapa a la cual entré hace exactamente un año, y fue hace una semana exactamente que me di cuenta de que todo lo que te acabo de decir es parte del ciclo del éxito. Que no todos los que están cerca de ti, están cerca de ti para hacerte bien.

—Las personas te confunden, te manipulan, fingen para ti, pero eres tú quien decide si creer esas actuaciones baratas. Si una persona te roba tu energía, te engaña, habla mal de ti, pero luego te confunde con un "No es cierto" con un "Estaba enojado" o con un "Perdón, no era mi intención". Aléjate lo más rápido posible. Aunque parezca cruel y frío, sé selectiva, y escoge a las personas más buenas; porque el que tengas una mala persona en tu vida, solo para no tratarla mal, porque no eres "una mala persona", acabará arruinándote, selecciona recordando esta frase: "No siempre estarán contigo, a veces estar a contra ti. No todo el que esté a tu lado, está realmente contigo".

El hecho de que una persona te "demuestre algo", no significa que sea así...

—Yo... Estoy tan adolorido, no hablaré mal de esa persona, porque entonces estaría hablando mal de mí, pero si te aconsejo que no seas igual de idiota y tonto como yo. Tuve que caerme antes de darme cuenta de que había una cáscara de plátano en mi camino.

—Yo sé por lo que estás pensando ahora, y, creo que es algo que no ha sabido ocultar bien— ríe. —Pero te aconsejo que hayas de las mentiras, de los secretos, de los maltratos, de las confusiones, de las personas que te envuelven y adaptan a su juego.

Suelto un suspiro. —¿Te refieres al señor Gil?— le pregunto, pero este se queda callado. —¿Qué sabes de él...? ¿Qué me oculta?.

—Él...

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