Capítulo 41

410 49 130
                                    

Kairi

4 de Septiembre – 23:02 PM

Inazuma- Tatarasuna – Base secreta Fatui – Aposentos del Sexto

Le dio al maldito botón y, de nuevo, mi cuerpo se encendió de forma inevitable. Se notaba que, además, había guardado fuerzas para aquel momento, porque Scaramouche se abalanzó contra mí con desesperación.

-Scaramouche: pensé que me aburrirías en menos de veinticuatro horas, pero estaba más que equivocado –aseguró, más que complacido, tras haber devorado mi cuello sobre el colchón.

Respirar lo que fuera que estaba inhalando, dejaba mi piel hipersensible, así que yo tenía que tapar mi boca para contener mis gemidos.

Él no tardó en retirármelo.

-Scaramouche: ni se te ocurra no permitirme escuchar tus gemidos o tendré que atarte de nuevo –amenazó, seriamente.

-Kairi: ya se me había ocurrido, ¿sabes? –repliqué, alzando una ceja.

Rió de nuevo, y sólo detuvo sus carcajadas para poder aferrarse a mis labios. A mi lengua le era difícil seguir el ritmo de la suya. La intentaba poseer, mientras yo intentaba "sobrevivir" a aquellos feroces movimientos a duras penas. Desde que no pudo más la primera vez, sus energías parecían haberse triplicado.

Me desnudó, pero él sólo se retiró unos pocos accesorios que pudieran obstaculizarle los movimientos y se abrió la bragueta.

Nunca se quitaba la camiseta.

Quizá también con malicia, intenté levantársela. Y, como esperaba, paró mi mano en seco.

-Kairi: ¿complejos? –sonrió yo esta vez.

En aquella ocasión, no rió. Clavó una mirada hostil en mi rostro. "¿Cómo osas preguntar?", parecía transmitirme.

-Kairi: tú también tienes tus debilidades, ¿eh? –me burlé de él, con cierto rencor por lo que había hecho con Kazuha.

-Scaramouche: ... sí, sin duda tienes valentía –recuperó la sonrisa, aún más siniestra que antes, y abrió sus ojos como platos.

Daba una imagen escalofriante, sobre todo si estaba encima de ti con aquella expresión.

-Kairi: ¿quién hubiera dicho que un sádico tendría complejos, ah? –ironicé.

Entonces, lo hice enfadar de verdad.

Aceleró aún más el ritmo: me abrió de piernas y me penetró de una fuerte estocada. Yo, en aquel estado de lujuria, lo recibí con gusto. Sin embargo, en aquel momento, quizá también tenía mi propio enfado.

Lo agarré de los hombros y lo forcé a caer a mi lado. Con aquel espíritu dominante al fin satisfecho, lo sometí contra el colchón y me posicioné yo misma encima de su pene.

Agarré sus muñecas y las apreté con elevada fuerza. La debilidad que me causaba su sustancia había disminuido en efectos en pocos usos, y aquella era la consecuencia.

Quedó impresionado y enmudecido.

-Kairi: ¿qué? –inquirí, contemplando su estupefacción con aires soberbios-. ¿Tienes miedo?

Y fui yo quien, en un estado alterado de consciencia, lo devoró a él. 

El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora